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Marcha federal y FMI

El pueblo en las calles ya rechazó que el país vuelva al FMI.

La oposición parlamentaria debe exigir que el acuerdo sea tratado en el congreso, antes de que Macri comience a profundizar el ajuste que le exigen los usureros. En la calle se va perfilando un nuevo gran frente nacional que puede derrotar a cambiemos.
En cientos de plazas de todo el país, el 17 de mayo, se realizaron grandes manifestaciones contra el ajuste del gobierno. En San Juan el 22 de mayo, aniversario del cabildo abierto de 1810, miles de comprovincianos se reunieron para homenajear la gesta de mayo, manifestar que “el pueblo quiere saber de qué se trata” y repudiar el acuerdo de Macri con el FMI. El 23 de mayo una concentración convocada por los gremios docentes, en el aniversario de la instalación de la carpa blanca de 1988, llenó de guardapolvos la plaza de Mayo y dijo: no al FMI. Y el mismo 25 de mayo, en el obelisco de la Ciudad de Buenos Aires la convocatoria de artistas populares reunió a miles de argentinos que volvieron a decir No al acuerdo con el FMI. Ese es el verdadero patriotismo, esa fue la expresión de pueblo argentino. Ahora las fuerzas políticas de oposición tienen que actuar en consecuencia.
En el arranque de esta semana comenzó una nueva marcha Federal en la historia de nuestro país, similar a la que se organizó contra Alfonsín y su ajuste, similar a la que se organizó contra Menem y su política de desocupación y ajuste. Ya es un éxito porque ha logrado reunir mesas de coordinación en las 24 provincias del país, que abordan todas la problemáticas sectoriales, de ocupados, desocupados, productores de la ciudad y el campo, de y comerciantes. El 1 de junio llega a capital y será acompañada con actos en todo el país.

¿Cambió el FMI?
Lejos de lo que piensa la gente, el gobierno de Cambiemos, festeja su acuerdo con el FMI. Macri y Dujovne mienten diciendo que este no es el mismo FMI que antes. Y puede ser que haya cambiado su directorio y los empleados, pero el FMI y el Banco Mundial, siguen siendo entidades que prestan dinero y que hace “recomendaciones” para que el deudor no deje de pagar la deuda y sobre todo los intereses.
Esas recomendaciones del FMI, naturalmente, son el ajuste, los despidos, la flexibilización y la entrega de soberanía. Dujovne anunció el fin de semana pasado un recorte de 20 millones en gastos del poder ejecutivo. Han transcurrido cinco meses de 2018 y recién los distintos ministerios llevan ejecutado el 25% de lo asignado por la ley de presupuesto nacional, cuando en realidad deberían haber gastado 38%. En lo que va del 2018 no han ejecutado ni un peso del presupuesto de la ley de emergencia Laboral con los desocupados, como se comprometieron en 2016. Macri habla de 60 mil soldados ociosos, que todo indica que quiere meter en la represión interna para frenar la bronca popular contra sus políticas, mientras vuelven a sobrevolar los fantasmas de una base militar yanqui en el sur y el abandono de la base argentina en la Antártida.
Una de las recomendaciones del FMI, cuando se concreten, seguramente será que se avance en la Reforma de la Ley de Contrato de Trabajo, para modificar la indemnización por despidos entre otras conquistas obreras. ¿Por qué los supuestos inversores exigen modificar la indemnización? Sencillamente porque, con el plan de Macri y el FMI, no vienen a crear puestos de trabajo, vienen a comprar empresas y despedir trabajadores. Para mantener el mercado de trabajo con muchos desocupados, y de esa manera trabajadores precarizados y con bajísimos salarios, necesitan también aumentar la edad jubilatoria. El sueldo a los jubilados ya se los están bajando vía inflación.
La otra área de la actividad económica que se resiente con la recomendación del FMI es la obra pública. En San Juan ya conocemos esta situación: obras que no se detienen, pero se “ralentizan”. Así está ralentizada el ensanchamiento de avenida Central, los puentes de la ruta 40, la construcción de barrios nuevos, el aeropuerto, etc.

Cómo la llegó Argentina a esta grave situación.
La pregunta que hoy debemos hacernos, y que nos puede ayudar a cambiar el rumbo es: ¿cómo llegamos nuevamente los argentinos a esta situación? Llegamos porque luego de años de deterioro global de nuestra economía y con beneficios generosos para las empresas monopólicas internacionales que son dueñas del país, Macri llegó al poder y eligió profundizar ese camino. Apostó todo a los mercados y de esa forma le fue imposible reactivar la producción, porque el mercado le exige más ajuste. La industria argentina está estancada y de esa manera no se generan puestos de trabajo, no se puede aumentar la recaudación impositiva, por lo que se agudiza el déficit fiscal, y para abastecer el consumo interno cada vez se importan más mercancía por lo que aumenta el saldo negativo de la balanza comercial.
El gobierno de cambiemos, fiel a la doctrina liberal, solo invirtió en obra pública que es de apoyo a la inversión pero no en producción directa. En otro contexto, la obra pública ayudaría al transporte de mercancías para mejor la industria y la exportación, ayudaría a mejorar los ingresos turísticos, a superar el déficit energético, etc. pero en manos de gobiernos como Macri y Uñac, la obra pública es un motorcito que garantiza trabajo para un puñado de personas, algún movimiento de dinero en el comercio y un negocio para empresarios amigos que toman las licitaciones, que terminan pocas pero lucran con la actualización de presupuestos y los gobiernos les sirven como ‘caballito de batalla para ganar elecciones. Se anuncian en la provincia enormidad de proyectos de obras para la tribuna, muchas de ellas no necesarias en este momento, pero el gobierno no se invierte en fábricas para producir bienes y servicios para los habitantes del país y para la exportación, muy por el contrario cuando se cierran fábricas como Itec, textiles y otras, que despiden y no indemnizan a los obreros, el gobierno de Sr. Uñac dice que ese es problema entre las patronales y los empleados, si esto no es liberalismo, el liberalismo cuál será.

La marcha federal.
La marcha federal que está en curso, es la respuesta popular ante estas políticas. A su paso se están formando multisectoriales que levantan programas unitarios para salir de la crisis, y que pueden ser la base de acuerdos políticos para torcerle el brazo a este gobierno.
Así como se trató en la Cámara de Diputados de la Nación el aumento de las tarifas energéticas, y que se define en senadores este miércoles 30 de mayo, hay que exigir que el acuerdo del gobierno de Cambiemos con el FMI se trate en el Congreso. El pueblo de San Juan debe pedir al gobierno y a los diputados nacionales dejen clara su posición- los dedos marcados- frente al ajuste que implica esta nueva entrega de soberanía nacional.
En este debate es donde se define los puntos de acuerdo que trazan la diferencia entre un frente popular y una componenda para ganar una elección y mantener una cuota de poder sin programa, ni rumbo.

El partido del pueblo.
En este camino el PTP y el PCR de San Juan están lanzados en una gran campaña de a filiación con la que quiere llegar a los 5000 afiliados antes de fin de año. Todas las semanas se inaugura una sub sede del PTP o se realizan reuniones de afiliación en algún barrio y la respuesta de la gente ante la propuesta es alentadora, entre 20 y 30 afiliaciones por reunión. Hay mucha demanda de discusión y protagonismo entre los más necesitados.
Además, los distintos movimientos de género están coordinando una movilización unitaria en San Juan a favor de la despenalización del aborto. Esto sumado del gran atractivo que presenta para toda la sociedad la situación de los jueces, tanto la forma de evaluación y remoción de los que están en actividad, como de los que se proponen para integrar los cargos vacantes, muestran un gran avance de nuestra sociedad en el reclamo de claridad en la administración de justicia y derechos sociales.

Federico Agüero dirigente provincial del Partido del Trabajo y del Pueblo.