Nueva marcha en defensa del astillero
En el marco del paro provincial convocado por ATE en repudio a la represión del martes a los empleados del Astillero Río Santiago y tras una nueva movilización, el conflicto persiste a pesar de que el gobierno provincial abrió una instancia de diálogo. En ese contexto, los trabajadores mantendrán el acampe frente a la Gobernación hasta ver que la mesa de negociación comience a funcionar la próxima semana. El objetivo de los empleados es frenar los descuentos considerados ilegales y diseñar un plan productivo para el astillero.
Los empleados de la planta naval volvieron a marchar ayer hacia las puertas de la casa de Gobierno, en La Plata, en repudio a la represión de las fuerzas de seguridad y en defensa de los más de 3300 puestos laborales. En esta oportunidad fueron acompañados por partidos políticos y organizaciones sociales que se solidarizaron con lo ocurrido anteayer, cuando el gobierno de María Eugenia Vidal suspendió la paritaria prevista y luego cargó con toda la fuerza contra los trabajadores que esperaban ser atendidos por un alto funcionario del Gobierno. La medida se desarrolló en el contexto de un paro provincial convocado por ATE para condenar la represión de la Policía Bonaerense, al que se sumaron los gremios docentes.
Ante esta situación, cerca del mediodía, el subsecretario de Coordinación Administrativa de la Secretaria General del gobierno bonaerense, Alejandro Bottini, recibió a una comitiva del Río Santiago encabezada por el secretario general de ATE Ensenada, Francisco Banegas. El encuentro, aunque abrió una breve instancia de diálogo, no logró paralizar el conflicto. “Nosotros dejamos planteado una reunión urgente, que sea hoy (por ayer), y que resuelvan los temas fundamentales”, sostuvo Banegas luego de la charla con el funcionario, y enumeró: “En primera instancia, que no descuenten los conceptos que vienen descontando. A partir de ahí podemos comenzar el diálogo, pero siempre con la mirada de que tenemos que reactivar el astillero con los 3300 compañeros”. Los trabajadores ratificaron entonces la estrategia que había sido desplegada el martes: una carpa de 15 por cinco metros en la plaza San Martín, frente a la Gobernación, en defensa de la soberanía naval y a la espera de ser convocados a una reunión “por un funcionario competente o la propia gobernadora Vidal” -que sí se reunió con el personal policial que fue herido en los incidentes- y de recibir respuestas a sus reclamos, entre los que figuran el pedido de cese en los descuentos a códigos salariales y el diseño de un plan productivo para el Astillero. “Repudiamos esta feroz represión que encaró la gobernadora María Eugenia Vidal ya que fue pensada. Había miles de policías dispuestos a iniciar esta represión premeditada. La gobernadora es la responsable por la acción y por las provocaciones”, destacó el titular de ATE bonaerense y de la CTA Autónoma, Oscar de Isasi, al anunciar la medida.
Luego de la justificación de la brutal represión que esgrimió el ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo –y que fue reforzada ayer por varios legisladores del oficialismo– algunos funcionarios intentaron enfriar el conflicto y emitieron declaraciones en ese sentido. Tras la reunión de Gabinete, el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, negó que tenga en carpeta la posibilidad de privatizar la empresa naval que funciona actualmente bajo la órbita estatal. “Denunciaban que lo íbamos a privatizar, vender y cerrar. Ninguna de esas cosas va a suceder”, remarcó, aunque aún no fijó audiencia con los trabajadores.
El astillero logró, durante la última década, posicionarse como motor de la industria naval argentina y consolidarse en el mercado naviero internacional. Hoy, por el afán privatizador del Gobierno de Mauricio Macri –que ya manifestó su deseo de “dinamitarlo”–, se encuentra virtualmente desactivado, con contratos frenados, partidas presupuestarias atrasadas y cartas de crédito del Banco Provincia bloquedas por la propia gobernadora que amenazan con destruir las fuentes de trabajo.