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LA PANDEMIA Y SUS CONSECUENCIAS

Estamos viviendo, dramáticamente, el avance del contagio masivo del virus COVID 19.  Es mucho lo que no se sabe de su conducta y agresividad, por lo que es difícil prever su alcance y consecuencias.

Lo que ya es experiencia del mundo  y opinión mayoritaria de los científicos y médicos del país, es que estamos en presencia de una epidemia grave. Con una alta velocidad de contagios y una tasa alta  de mortalidad, concentrada en los grupos de mayor riesgo: adultos mayores que tienen otras enfermedades.

Y que lo peor todavía no llegó.

Pero  además porque este virus opera junto a dos agravantes:

1) Las malas condiciones alimentarias, sanitarias, de vivienda, etc., de una proporción muy grande de nuestro pueblo, agravadas al máximo por el macrismo

2) Un sistema de salud deliberadamente achicado y dañado por años de políticas que consideran la salud como un gasto para el Estado y a la vez un terreno de grandes negocios de grupos monopólicos privados.

El conjunto de medidas decididas por el gobierno nacional son en lo fundamental positivas. Pero todavía insuficientes. Y falta aún que se decidan medidas contundentes a nivel provincial y de los municipios. Por encima de mezquindades e internas.

En esas condiciones, el pueblo debe involucrarse, organizarse y tomar la lucha en sus manos.  Nuestro Partido decidió poner todo lo que tiene para estar la altura de esa batalla.

Ya en estos pocos días, se han desarrollado diversas e importantes iniciativas en las que han ido tomando creciente participación los sectores y organizaciones populares.

Podemos hablar de las que más conocemos que son aquellas en las que estamos participando directamente el Partido y la Juventud y las organizaciones populares en las que estamos inmersos.

Desde la experiencia de la CCC a la vanguardia de la constitución y funcionamiento de las comisiones de emergencia en Rosario, Santa Fe y muchas localidades de la Provincia, el apoyo a la habilitación del Hospital Iturraspe en Santa Fe, la labor de las asistentes sanitarias de San Javier, de  los centros de estudiantes, el trabajo en los Consejos Municipales de Casilda y Villa Constitución, las organizaciones de mujeres con sus reivindicaciones específicas (particularmente frente al previsible incremento de la violencia contra las mujeres encerradas con sus agresores),  la Universidad (particularmente los 1400 voluntarios anotados en la Facultad de  Medicina), las/os docentes de la Agrupación Mariano Moreno, los gremios de la salud pública y estatales, etc.etc.

Como parte de un esfuerzo de todo el pueblo santafesino y de la inmensa mayoría de sus sectores políticos, sindicales y sociales.

No hay lucha efectiva contra la pandemia si no se involucra a todo el pueblo.

En la pelea por la defensa de nuestro pueblo, reafirmamos:

1) Que es indispensable seguir la pelea por formar los Comités de Emergencia y por ampliarlos donde existen. Comités que deben contar con la participación todos los niveles de gobierno y de todas las organizaciones populares. Imponiendo la amplitud a aquellos sectores que tienen miedo de que las masas conozcan la verdadera situación y por lo tanto que exijan soluciones efectivas a los problemas concretos.

2) Una tarea esencial de esos comités debe ser empujar el cumplimiento efectivo de las medidas de aislamiento social y cuarentena que aparecen como necesarios para  demorar y evitar el contagio y  por lo tanto impedir el colapso del sistema sanitario.

3) Pero con desocupación y con hambre es imposible la cuarentena. Han sido positivas las medidas tomadas por el gobierno nacional y provincial de ayuda a los sectores más necesitados. Positivas pero aún insuficientes. Por eso es que mantenemos con firmeza la lucha por los alimentos y el agua en toda la provincia, en cantidad suficiente y ya. No pueden faltar recursos para eso.

4) Desde algunos sectores reaccionarios surgen propuestas e intentos de resolver la cuarentena con el uso de las fuerzas de seguridad como factor principal y único. Tenemos que oponernos frontalmente y particularmente a la declaración del Estado de Sitio, porque nuestro pueblo no lo va a permitir y se pueden crear nuevos desastres. Lo mismo que a la idea reaccionaria de aislar a las villas y barrios populares para que  no contaminen.

5) La perspectiva más probable es que de todos modos avance el contagio y se llegue en los próximos días a cifras difíciles de manejar para nuestra maltratada salud pública. Hay que tener en cuenta que aún normalmente, frente a los primeros fríos, cada año, se satura el sistema. Como otro ejemplo, se puede decir que en todo V G Gálvez hay hoy solo 4 respiradores posibles. Es indispensable garantizar lugares suficientes para la internación y aislamiento de los casos menos severos, pero el cuello de botella son los casos graves que pueden llegar a miles. Para eso son imprescindibles respiradores, el personal que pueda operarlos y los insumos auxiliares. En todos los rubros hay insuficiencias y tenemos que ponernos a la cabeza  de la pelea porque  se resuelvan, explicando claramente la situación y confiando en la capacidad y voluntad de todos los sectores de nuestra sociedad con vocación popular: enfermeras/os, médicos/as, técnicos, industriales, obreros/as, estudiantes, docentes. etc. Es una batalla en la que se deciden miles de vidas del pueblo y la tenemos que ganar. Hay que tomar medidas de emergencia.

6) Recursos hay. Porque mientras está parada una parte importante de la economía, los acreedores externos siguen exigiendo el pago de los intereses de la deuda externa, las grandes financieras y bancos multiplican sus ganancias. Y se sigue desangrando la Argentina con la caravana de camiones que lleva el 50% de las exportaciones de nuestro país a los puertos de la zona. Depositando sus enormes ganancias en dólares en el exterior. Mientras en esos puertos, son dueños y señores de las condiciones de salubridad de los trabajadores, como han denunciado los gremios. Poniendo en peligro la población del cordón, que tiene para enfrentarlo solo 6 respiradores en la ciudad de San Lorenzo.

7) En todas las tareas que llevan a cabo las organizaciones populares debemos exigir y cumplir tras condiciones: que se reconozca oficialmente la realización de estas tareas, que sean cumplidas en todos los casos por voluntarios/as y que se cumplan a rajatabla las medidas de seguridad sanitaria.

8) También debemos exigir que se cubran todas las necesidades, particularmente de seguridad sanitaria, para el conjunto de aquellos que están en la primera línea de combate en los centros primarios, hospitales, etc. Reconocimiento de sus derechos, protección y preparación de la segunda y tercera línea para cubrir los que se infecten.

9) Por último, la sanidad privada debe subordinarse a la sanidad pública, para que los monopolios privados no se conviertan en una salud para “los ricos” y evitar la realización de  grandes negocios frente a la tragedia.

Se han desatado numerosas discusiones sobre la contradicción entre frenar la economía con la cuarentena y evitar las muertes. En casos extremos Trump y Bolsonaro expresan brutalmente la posición de: ”que se mueran los viejos y se salven los monopolios”. Algunos artículos de La Nación y algunas voces e iniciativas del macrismo van en ese mismo camino.

 Nosotros somos claros. Hoy hay que defender en primer lugar  la salud del pueblo y la crisis económica la tienen que pagar los que se enriquecieron y siguen enriqueciéndose sin medida y suspendiendo totalmente el pago de la deuda externa. Ahora hay que destinar todos los fondos necesarios, incluyendo las reservas de libre disponibilidad del Banco Central para la compra urgente de todos los insumos del exterior que sean necesarios.

Y después de la pandemia lo seguiremos exigiendo con más razones y por lo tanto con más fuerza.

Hay un debate, en muchos casos interesado, sobre que va a pasar en el país y en el mundo después de la pandemia. No lo sabemos. Pero estamos seguros de una  cosa: que el vuelco de la situación a favor de los pueblos, no va a depender de los “grandes dirigentes” mundiales (neoliberales unos, estatistas recientemente convertidos otros) si no de la fuerza que la clase obrera y los pueblos del mundo tengan. Y la acumulación de esas fuerzas pasa hoy en gran parte en con qué fuerza y de qué manera los pueblos enfrentan la catástrofe sanitaria.

(FUENTE: Partido Comunista Revolucionario Comité Regional Santa Fe )