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Calor y precios: la inflación no aflojó en noviembre

La inflación continuó elevada en noviembre: se espera un nivel similar al de octubre, que fue de 3,8%. Eso sí, la mayor presión se viene observando por el lado de los alimentos y bebidas, en particular de la carne, que subió con fuerza en las últimas semanas. Semejante dinámica tiene un significado extra en materia de regresividad, con implicancias en términos de ingresos reales para el salario, las jubillaciones y la AUH.

Si bien hay cierta amplitud en las mediciones de las consultoras, con algunas como Seido que publicaron 4% de inflación en noviembre, y por ende una nueva aceleración respecto al ya de por sí fuerte salto de octubre; otras como Ecolatina observaron una de 3,4%. El grueso de consultoras proyecta una en torno al 3,8%.

En cualquier caso, se trata de una inflación inferior a la de noviembre del 2019, que fue de 4,3%, por lo cual la interanual volverá a mostrar desaceleración. Por caso, si se confirma un 3,8%, la medición anual será de 36,4%, es decir 0,8 punto menos que en octubre. En el mes hubo incrementos de 3% en medicamentos y de 2,5% en naftas. Además, el dólar mayorista aceleró su dinámica, con una depreciación de 3,8% (contra 2,8% en octubre).

El gran problema hacia delante es que se vienen correcciones de precios varias: las prepagas aumentarán 10% en diciembre, posiblemente hayan nuevos incrementos en combustibles, habrá un desarme de Precios Máximos y, ya para el 2021, se espera un descongelamiento de tarifas, en línea con la necesidad de aflojar el rojo fiscal que en 2020 se acercará al 7% del PBI.

El economista jefe de Ecolatina, Matías Rajnerman, señaló en declaraciones a Radio Metro: «La inflación se aceleró en octubre y en noviembre siguió muy alta y fue de 3,4%. Si bien es una baja, sigue siendo un mes muy alto, por encima de cualquier suba salarial y de la tasa de interés. Y le pone presión al dólar. Estamos en un momento de sabana corta, hay que subir tarifas para hacer un esfuerzo fiscal, hay que subir combustibles y recortar subsidios. Con más déficit y emisión aumenta la presión sobre el dólar».

Y agregó: «Se va a venir un verano caliente. No están subiendo rubros de lujo sino alimentos y bebidas. Estuvieron por encima de 4% en noviembre. Todo lo que estuvo calmo durante la cuarentena se empezó a acelerar. Pensando en el poder de compra del salario, complica bastante».

El salario real acumuló 7 meses de puras caídas entre marzo y septiembre, con una contracción total de 5,6%, según los números que publicó esta semana el Indec. Además de las implicancias sociales del dato, también hay un impacto en términos de actividad, ya que la pérdida de salario real genera un rebote más lento del consumo de los hogares.

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FUENTE: BAE NEGOCIOS