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Rusia y potencias europeas cruzaron demandas por la situación en la frontera con Ucrania

Las dos máximas potencias de la Unión Europea (UE) y Rusia cruzaron hoy exigencias para frenar la escalada en Ucrania de las últimas semanas: Alemania y Francia, junto con Kiev, se reunieron y pidieron un repliegue militar ruso de la zona fronteriza, mientras que Moscú les pidió usar «su influencia» sobre su vecino para que cese con lo que consideró como «provocaciones».

El presidente francés, Emmanuel Macron recibió en París a su homólogo ucraniano, Vladimir Zelenski, para una reunión a la que se sumó luego por videoconferencia la canciller alemana, Angela Merkel, para abordar las recientes tensiones entre Ucrania y Rusia.

Estos dos vecinos mantienen roces desde 2014, cuando movilizaciones masivas derrocaron a un Gobierno pro ruso en Kiev y lo reemplazaron por otro pro europeo y estadounidense, Rusia apoyó la anexión de la península ucraniana de Crimea a su territorio y luego simpatizó con un levantamiento separatista en el este de ese mismo país.

«Sería muy importante para nosotros que Macron y Merkel utilicen su influencia durante esta videoconferencia con el señor Zelenski para explicarle la posibilidad de un cese definitivo de todas las provocaciones» en el frente, había pedido antes del encuentro el vocero de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, a la vez que solicitó que «hagan hincapié en la necesidad de un cumplimiento incondicional del alto el fuego» en la región fronteriza en conflicto desde hace cinco años.

No obstante, tras la cita en París, Macron, Merkel y Zelenski expresaron «su preocupación por el incremento de tropas rusas en la frontera con Ucrania, así como en Crimea, anexionada ilegalmente» y exigieron su retirada «para lograr la desescalada», según un comunicado conjunto, citado por la agencia de noticias AFP.

Zelenski, por su parte, pidió que se celebre una cumbre con Rusia, Francia y Alemania para tratar de aliviar las tensiones, tal como sucedió tras la última cita de este tipo celebrada en París en diciembre de 2019, antes de la pandemia.

«Quiero que asistamos los cuatro» para discutir «la situación de seguridad en el este de Ucrania y la desocupación de nuestros territorios», dijo el mandatario ucraniano.

Asimismo, manifestó que esperaba que la reunión de altos consejeros de los cuatro países prevista para el lunes próximo terminara con un restablecimiento del alto el fuego.

También la OTAN expresó este viernes su «preocupación» por las maniobras marítimas alrededor de Crimea y exigió que el Kremlin garantice «el libre acceso» a los puertos ucranianos del mar de Azov, luego que el Ministerio de Defensa ruso decidiera limitar hasta la navegación de barcos militares y oficiales extranjeros en la zona.

«Pedimos a Rusia garantizar el libre acceso a los puertos ucranianos del mar de Azov y facilitar la libertad de navegación«, indicó en un comunicado una vocera de la Alianza atlántica, que llamó también a una «desescalada inmediata» de Rusia en esta región que vive de nuevo fuertes tensiones.

Desde entonces, líderes europeos mantienen conversaciones con Rusia para bajar la tensión y evitar otro enfrentamiento diplomático y conflicto armado como el de 2014, que terminó con la anexión rusa de Crimea, el inicio de una guerra separatista en el este de Ucrania y una lluvia de sanciones políticas y económicas de la UE y Estados Unidos contra Moscú.

En este contexto nuevamente volátil, el presidente ucraniano clama por la adhesión de su país a la OTAN y a la UE. Sin embargo, la adhesión a la OTAN parece lejana en vista de la hostilidad de Rusia y la reticencia de muchos Estados miembros de la Alianza, incluida Francia, por temor a provocar a Moscú.

La reunión tripartita de hoy se produce en un momento en que Moscú también está bajo la presión del Gobierno estadounidense de Biden, que ayer anunció sanciones contra Rusia y la expulsión de 10 diplomáticos rusos en represalia por lo que, según la Casa Blanca, es una injerencia del Kremlin en las elecciones estadounidenses, un ciberataque masivo y otras actividades hostiles.

FUENTE: Télam