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Fue cómplice de los ataques y la corrupción sexual de su hija a manos de su pareja, aceptan 17 y 16 años de pena

Un caso aberrante de violencia doméstica, abuso y corrupción sexual cometidos por años contra una nena en Valle Fértil, llegó a su fin con un juicio abreviado. Ayer, un técnico en reparación de equipos de audio y TV de 42 años, confesó que manoseó a su hijastra desde que tenía 8 años, que la violó cuando tuvo 11, que como consecuencia de esos continuos ataques sexuales la dejó embarazada cuando tuvo 13 y tuvo un nene con ella. Por esas maniobras, calificadas como abuso sexual con acceso carnal continuado y corrupción de menores agravada, el acusado acepta 16 años de cárcel.

La denigrante situación para esa niña se hizo mayúscula, porque su propia madre de 37 años siempre estuvo al tanto de todo y nunca hizo nada. Es más, resultó tan cómplice de las maniobras delictivas de su pareja que más de una vez presenció las violaciones y optó por marcharse; le aconsejó a la niña mentir sobre la paternidad de su bebé cuando el hecho empezó a ser investigado y, algo peor, buscó a una suerte de curandera que le recomendó una mezcla de yuyos para que aborte, pero la niña se las ingenió para no tomar esos brebajes, consta en el expediente.

Ayer, esa mujer ratificó ante el juez Martín Heredia Zaldo (Sala I, Cámara Penal) que está dispuesta a recibir 17 años de cárcel por el frustrado intento de aborto y su complicidad en los ataques sexuales de su pareja.

Los imputados fueron asistidos por los defensores oficiales Marcelo Salinas y Carlos Reiloba, a través de los cuales llegaron a un acuerdo de juicio abreviado con la fiscal Marcela Torres.

El caso había salido a la luz en 2016, cuando una enfermera universitaria llegó hasta la casa de la familia e insistió para ver a la nena, porque sospechaba que estaba embarazada. Y no falló: la menor cursaba el cuarto mes de gestación. Al poner en conocimiento a sus superiores de esa situación, se motorizó una averiguación de asistentes sociales y de un gabinete técnico de la Corte de Justicia.

Las averiguaciones incluyeron a un Juzgado de Familia, en el que se decidió denunciar los presuntos abusos ante la fiscalía de Instrucción de Carlos Rodríguez el 20 de noviembre de 2018.

Las medidas de pruebas solicitadas por este fiscal, pusieron al descubierto la lamentable experiencia de vida de esa niña que, además de ser golpeada y violada por su padrastro con la complicidad de su madre, debía encargarse de las tareas domésticas y del cuidado de sus hermanitas, dijeron fuentes judiciales.

Su cuadro de angustia, de repugnante aversión a los hombres, de sumisión, inseguridad y el hecho de pensar que quitarse la vida podía ser mejor que sufrirla como la vivía, fueron indicadores claves contra ambos imputados.

Un ADN confirmando la paternidad de ese sujeto que poseía a la niña como una cosa, impidiéndole salir, tener amigos e incluso salir al recreo mientras estaba en clase, fue otra evidencia contundente contra ese padrastro, que como estrategia defensiva buscó sin éxito hacerle creer a los investigadores que la relación con la menor fue consentida.

Si el juez acepta el acuerdo de juicio abreviado, los confesos abusadores serán condenados pero no podrán recibir un castigo mayor al que aceptaron.

Fuente: Diario de Cuyo