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Por: Alberto I. Agüero-P. Federico Suero

La situación política y económica de nuestro país continúa en este 2023 transitando un camino complejo, teniendo en cuenta además que este es un año de importantes definiciones en el campo político electoral.

Preocupaciones populares

Es un año donde se desarrollarán elecciones tanto en los ámbitos departamentales como provinciales, para elegir intendentes y gobernadores, como en el ámbito nacional donde se elijarán entre otros cargos, diputados, senadores, presidente y vice. Por el momento la atención de las masas no está concentrada en gran medida en evaluar las distintas ofertas electorales, sus preocupaciones pasan por la resolución de problemas más acuciantes, como la inflación y la continuidad en el trabajo, la actividad económica, etc.

Existe preocupación por las consecuencias inmediatas y mediatas de la inflación, las luchas por los salarios de los trabajadores en las paritarias que no la alcanzan y las jubilaciones que cada vez se retrasan más. Por otro lado, se ha amesetado la lucha de los movimientos sociales por el salario del potencial trabajo, existe una cierta tregua de los dirigentes que ocupan puesto de funcionarios o legislativos que no enfrentan el ajuste, este no aparece en la agenda de los dirigentes.

Este martes 14 el Indec dio a conocer la inflación de enero que arrojó un registro de 6% mensual y la perspectiva de febrero no es menor. El precio de los alimentos, que es lo que más pesa en los hogares populares, es lo que más ha subido. En especial el de la carne que estaba retrasado dio un salto inmenso.

El debate político

En cuanto al debate político la agenda de las grandes fuerzas políticas, del oficialismo y la oposición está concentrada en resolver la unidad interna para afrontar la lucha electoral. El debate por imponer la hegemonía se concentra en las discusiones de las sesiones extraordinarias. Discusiones políticas expresadas en el juicio político a la corte y sus derivaciones por la coparticipación federal y la proscripción a Cristina F. de Kirchner. El boicot de la oposición a tratar cualquier tema mientras se mantenga la decisión del oficialismo a seguir con el juicio a la Corte, ha llevado a la inactividad real del Congreso Nacional, que debe aprobar leyes importantes para los jubilados, entre otras.

En el debate político tiene importancia, en el marco de la crisis económica, el juego de la oposición de empujar al default de la deuda en pesos, que desde ya es una bola de nieve que cada día crece más. Por otro lado, se atiza cada vez más el problema de la soberanía en el sur argentino con el irresuelto problema con las comunidades originarias (problema “mapuche”) Hecho que es activado por la oligarquía del sur argentino en alianza con intereses económicos extranjeros (caso Lewis, benetton, etc.).

En este marco dieciocho provincias adelantaron las elecciones del calendario electoral. Este domingo 12 de febrero se realizaron elecciones PASO en La Pampa, las elecciones generales se realizarán el 14 de mayo, en igual fecha que se realizarán en San Juan. La economía, la política en general y las necesidades irresueltas de los argentinos se empujan mutuamente, por lo tanto, esto obliga a las fuerzas populares a dejar atrás las vacaciones y trabajar en apurar definiciones.

La crisis económica que tiene su principal desencadenante en el acuerdo con el FMI, que ha agudizado el problema de la inflación y amenaza con frenar el crecimiento económico, hace que el Frente de Todos atraviese una crisis profunda que hasta el momento no se ha resuelto.

Los principales sectores del Frente buscan imponer candidaturas afines a los intereses que ellos representan.

En esta discusión hay sectores que entienden que Alberto Fernández debe dar un paso al costado y renunciar a su postulación a presidente, debido a que carga con el peso de los malos resultados de la gestión de su gobierno. Estos sectores en los que se encuentran desde el kirchnerismo hasta el massismo, entienden que en la recientemente convocada “mesa política” del Frente de Todos, no solo se debe discutir la táctica electoral o el cronograma electoral, sino que se debe hacer un balance de resultados de más de tres años de gobierno. En el marco de la reunión de esta mesa política convocada para reunirse el jueves 16, los sectores kirchnerista empujan la vuelta de Cristina Fernández.

Pero, por otro lado, Alberto Fernández insiste que su gestión no fue del todo mala. En realidad, detrás del presidente se identifican sectores políticos, sociales, empresariales nacionales y extranjeros que no quieren ceder el gobierno. Como lo definió el 13 congreso del Partido Comunista Revolucionario, el de Fernández representa un sector de la burguesía intermediaria ligado principalmente a los imperialismos europeos. Estos sectores están tomando fuerza nuevamente en el continente con la reciente victoria de Lula en Brasil y se han fortalecido debido a la presencia de gobiernos latinoamericanos no proyanquis de la región. Además, la reciente visita a la Argentina, no muy promocionada de Olaf Scholz, actual canciller de Alemania que pertenece al Partido Socialdemócrata de alemán (SPD), tiene que ver con el endurecimiento de Fernández.

Por lo tanto, Fernández no está dispuesto a dar un paso al costado y amaga con volver a ser candidato a presidente, aunque su liderazgo está bastante debilitado. Es posible que también la táctica sea amagar con su candidatura para que su gobierno no quede totalmente vaciado de poder y se le haga más difícil aun poder gobernar en lo que queda del año, es decir no querría convertirse en un “pato rengo”.

El sector del massismo está condicionado por los resultados de la gestión de Massa frente al Ministerio de Economía, su suerte depende de la capacidad que tenga para controlar la inflación o no. A su vez el kirchnerismo no tiene por ahora una figura de peso que no sea Cristina Kirchner, que esta asediada por la persecución judicial, por lo que en su disputa con Alberto Fernández se une a Massa o detrás de él para golpear.

Los partidos y sectores del campo popular de izquierda aún no han podido generar una unidad adecuada para poder disputar la hegemonía dentro del Frente y condicionar en esta etapa una candidatura y un programa. No hay una respuesta electoral unificada de los mismos. Esta dificultad nos lleva a tener que tomar una definición en relación a los principales sectores que hegemonizan el frente en forma muy condicionada y retardada.

A su vez en la vereda de enfrente, en la oposición de derecha, especialmente en Juntos por el Cambio, la pelea también es feroz entre el sector de Larreta, radicales y los sectores que se inclinan más a la extrema derecha como lo son Macri, Bullrich o el mismo Milei que está por fuera.

El radicalismo, que también juega en esta interna, le ha dado un duro golpe al Pro en las elecciones internas en La Pampa donde su candidato, Martín Berhongaray, le ganó la interna al candidato Martín Maquieyra del Pro y se consagró como el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio para las elecciones provinciales del 14 de mayo.

Esto sin dudas potencia las expectativas de Gerardo Morales y del radicalismo que también disputa la posibilidad de jugar con una candidatura propia en las PASO dentro de Juntos por el Cambio.

Preocupación popular

Todo este debate político se da en el marco de una situación de masas muy complicada que se agrava todos los días producto de la inflación. El 14 de febrero se dio a conocer la inflación del mes de enero que fue del 6%. Esto complica totalmente las expectativas de Massa de llevar la inflación al 3% en el mes de marzo y ya avizora complicaciones en un programa que parecía tener el acompañamiento de varios sectores del empresariado y los monopolios exportadores, dispuestos a que a Massa le vaya bien.

El impacto del aumento de la carne, elevó nuevamente el índice de inflación y esto genera un gran malestar en los argentinos que tienen un hábito de consumo de carne incorporado a su dieta cotidiana y que desde el 2015 en adelante, bajo sustancialmente. La cantidad de kilos consumidos por habitante disminuyo de 59 kilos promedio por año por habitante a 47 kilos.

Esto no es producto de que los hábitos alimenticios en relación al consumo de carne hayan cambiado por elección, sino que se debe a que fruto de la comercialización de carne iniciada durante el gobierno de Macri con China, los cortes que en general consumimos los argentinos se están exportando en mayor cantidad lo que encarece su precio en el mercado interno.

Como hemos dicho el plan de Massa basado en concesiones a los monopolios para conseguir dólares para pagarle al FMI es un programa que nos ata a la dependencia y va a generar más pobreza, desocupación e inflación.

Qué hacer

Lo que debemos hacer es recuperar nuestra soberanía con un Estado que pueda controlar las palancas fundamentales de la producción, recuperando nuestro comercio exterior, generando industrias y trabajo. Para ello debemos renunciar a seguir pagando al FMI, la deuda odiosa que contrajo Mauricio Macri.

Ese es el debate que los Comunistas Revolucionarios debemos dar en este 2023 en el contexto de las elecciones.

En nuestra provincia el PTP y su militancia están lanzados a la calle recorriendo los barrios, haciendo reuniones, charlando con los vecinos, entregando nuestras propuestas en la mano y difundiendo nuestros candidatos. Entendemos que es fundamental dar el debate en las elecciones para crecer a la vez que buscamos la unidad del campo popular para enfrentar a la derecha y en el marco de las alianzas adecuadas crecer para disputar la hegemonía del Frente.