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¿Qué nos pasó Capital? ¿Puede contagiar a la provincia?

Durante la primera parte de esta campaña electoral, caminábamos a diario las calles de la Capital, y advertimos que los vecinos no estaban tan propensos a hablar de cunetas, asfalto o plazas, sino que se manifestaban impactados por la inflación, la disparada del dólar, la inseguridad y la crisis social en general.

En pocas palabras, el interés de los votantes no estaba en hablar de gestión, ni en evaluar propuestas para mejorar el “alumbrado, el barrido y la limpieza”. Los capitalinos querían y quieren, encontrar respuestas a los problemas económicos y sociales del país.

Cualquiera podría contestarme que esa pretensión está presente en toda la provincia, y naturalmente tienen razón, pero la diferencia es que en Capital viven muchas personas que sufren la crisis, pero que, por sus medios de vida, no dependen tanto de la solidaridad de los aparatos estatales, municipales o de otro tipo de estructuras. Muchos son profesionales, comerciantes, empleados con estabilidad y cuentapropistas. Por lo tanto, su voto se define en circunstancias distintas a las de electores de departamentos más alejados del centro.

Otro condimento que se puede sumar a éste balance es que a la Capital la gobierna una continuidad política de 16 años. No fueron igual Lima, Aranda y Basitrocci, pero para la gente son del mismo color, y eso causa un desgaste. Crea la tendencia al cambio, más aún cuando departamentos cercanos como Rivadavia y Santa Lucía marcan otra referencia.

En cuanto advertimos esta situación intentamos abordar la campaña con otra perspectiva, apelando a las 10 medidas “para acabar con las urgencias y recuperar la soberanía”, que elaboró nuestro Partido nacional, y las 20 propuestas que presentaron Gioja y Gramajo, la formula a gobernador y vice de nuestra sub agrupación. Hicimos nuestro máximo esfuerzo y no alcanzó. Tampoco nos fue mal, incrementamos nuestros votantes respecto a la elección pasada y aportamos al caudal de nuestra sub agrupación y al Frente San Juan Por todos.

Con “el diario del lunes” es fácil afirmar que el resultado del domingo, punto más o punto menos, replicó el resultado de las legislativas del 2021 en favor de Susana Laciar que se transformó en intendenta electa de la Capital. En nuestro territorio no se puedo revertir la tendencia que marcó la elección anterior, y tampoco ayudó la profundización de los problemas del país producto del acuerdo con el FMI y la sangría de dólares.

Esta reflexión no tiene como objetivo repartir culpas, pero no es injusto decir que no hubo respuestas concretas parte del Gobierno nacional, y la campaña Gobierno provincial se negó a abordar las preocupaciones reales de la gente.

La idea de estas líneas es advertir que el escenario que se presentó en la Capital, y que ayudó al triunfo de una candidata que no tiene una gran tradición como militante en el departamento, ni se destacó por propuestas diferentes a otros 20 candidatos, puede replicarse en toda la provincia y condicionar la segunda etapa de la elección provincial, cuando se establezca una fecha para la elegir Gobernador y Vice. Y ni hablar si esa elección se junta con la nacional de agosto y octubre.

Es necesario cambiar el contenido de nuestras campañas. Si no tomamos como ejes de campaña los temas que a los sanjuaninos les están preocupando, corremos un gran peligro. Hoy más que nunca es necesaria la unidad del campo popular y dar un debate de cara hacia el pueblo sanjuanino, para sincerar lo que está pasando con la economía del país y sus causas. Podemos explicar y convencer a los sanjuaninos que tenemos medidas para transformar la provincia en un país que no termina de tocar fondo.

El PTP/PCR es una fuerza provincial y nacional que tiene propuestas para salir de la crisis en beneficio de los trabajadores y el pueblo en general. Estas propuestas no son utopías, porque se puede defender la moneda nacional, recuperar soberanía y crear trabajo. Fue posible en la argentina, y es posible y necesario hacerlo ahora. Tenemos que convencer a la sociedad de que podemos cambiar este rumbo y así garantizar el triunfo en las próximas elecciones.