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Inician el polémico vertido de agua radiactiva de Fukushima al Océano Pacífico

Japón comenzó este jueves la descarga del agua residual de la Central de Fukushima hacia el océano Pacífico doce años después del terremoto seguido de un tsunami que provocó uno de los accidentes nucleares más importantes de la historia.

El principal conflicto ante esta decisión es con su vecino China, país con el cual mantienen fuertes disputas políticas y que tras esta decisión se incrementarán las tensiones por denuncias de contaminación por parte del gobierno del Partido Comunista.

La descarga de alrededor de 540 piletas olímpicas de agua durante décadas en el Pacífico es un paso importante para desmantelar la central que tuvo el accidente en 2011, todavía muy peligrosa tras uno de los peores eventos nucleares de la historia junto con Chernóbil.

El evento en Fukushima volvió a la agenda luego de que se estrenara en Netflix la serie Los Días, la cual relata los eventos que desencadenaron esta filtración de material nuclear en Japón y cómo obró el gobierno además de la empresa operaria para contener el desastre.

Fukushima: La polémica decisión de Japón 

El Ministerio de Medioambiente chino criticó el vertido como «extremadamente egoísta e irresponsable» y anunció que iba a «monitorizar y estudiar» el impacto en sus aguas. Beijing también decidió suspender todas sus importaciones de productos del mar procedentes de Japón.

Por su parte, el Organismo Internacional de la Energía Atómica de la ONU (OIEA), que dio el visto bueno al plan, supervisa este proceso que a su entender se adecua a «las normas internacionales de seguridad» y minimizó el impacto que puede tener en la población o el medio ambiente.

Desde la empresa que gestiona la planta nuclear llamada Tokyo Electric Power Company (TEPCO) sostuvieron que, a lo largo de los años, las aguas residuales se han tratado continuamente para filtrar todos los elementos nocivos extraíbles, y luego se han almacenado en tanques. Gran parte del agua se trata una segunda vez.

Japón prevé verter en tres décadas más de 1,3 millones de m3 de agua de la central de Fukushima procedente de las aguas pluviales y subterráneas, y de las inyecciones necesarias para refrigerar los núcleos de los reactores en medio de los trabajos para impedir que la planta explotase.

El principal problema que encuentran los detractores es el tritio, pero los especialistas descartan su impacto:»Cuando se libere en el Pacífico, se diluirá en un vasto cuerpo de agua y rápidamente llegará a un nivel de radioactividad que no difiere del agua de mar normal«, sostuvo Tom Scott, de la Universidad de Bristol en Inglaterra.

TEPCO aseguró que este líquido se encuentra en niveles inocuos de tritio, más bajos de los que liberan las centrales nucleares operativas, incluido en China.

Fuente: El Cronista