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Frustración en el Instituto Patria porque los gobernadores peronistas no se pliegan a la campaña «Cristina Libre»

Los gobernadores peronistas terminaron este viernes de detonar la furia de los integrantes de la mesa chica del Instituto Patria. 

Fuentes del PJ comentaron a LPO que, en paralelo a la reunión de todas las tribus peronistas en el local partidario de la calle Matheu, trascendió que el círculo más cercano de Cristina Kirchner habría discutido «a los gritos» por el fracaso de la campaña «Cristina Libre» antes de que arranque.

Sucede que los gobernadores peronistas no se quieren subir a las iniciativas que promueve La Cámpora, porque conspira según ellos con la estrategia electoral de sus distritos. 

Si bien la postura de los gobernadores fue la de transmitir el apoyo a la expresidenta durante los días posteriores a la confirmación de su condena con el fallo de la Corte Suprema, avisaron por lo bajo que lo hacían «por respeto» a la ex presdienta pero advirtieron que no iban a subordinar su táctica electoral a la pelea del kirchnerismo.

En ese sentido, el colaborador de un gobernador del PJ comentó a LPO que «La Cámpora quiere volver a la épica, pero los Puntos de Cultura y esas ideas de la segunda presidencia de Cristina nunca funcionaron en las provincias, ningún gobernador banca eso».

La Cámpora quiere volver a la épica, pero los Puntos de Cultura y esas ideas de la segunda presidencia de Cristina nunca funcionaron en las provincias, ningún gobernador banca eso.

Un detalle que irritó particularmente a los gobernadores fue que apareciera Pablo «Tato» Giles entre los militantes que participaron del escrache al Grupo Clarín. Giles tenía contacto directo con los gobernadores mientras fue funcionario de Eduardo «Wado» De Pedro en el Ministerio del Interior. «No queremos saber nada con eso», dijo uno de ellos.

La indiferencia habría provocado una profunda frustración en el círculo de confianza de la exjefa de Estado y, al igual que durante la reunión del PJ en la que Cristina les adelantó a los senadores que iría presa, uno de los presentes rompió en llanto. «Querían hacer recitales pero nadie respondió y no quieren que quede como algo que solo lo impulsa La Cámpora», confirmó un dirigente al tanto de la situación, y agregó: «entre que hace frío, es fin de mes y nadie tiene un mango, plantear esta estrategia es como vivir en Narnia».

El problema de la agrupación liderada por Máximo Kirchner es que si la iniciativa queda solo en sus manos quedaría expuesto el paulatino recorte de la representación de Cristina, algo que además los debilitaría en la pulseada con el sector de Axel Kicillof por el armado de las listas bonaerenses.

En ese marco, el senador Oscar Parrilli, la secretaria General del PJ, Teresa García y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, tratan de mantenerse firmes, pese al desaire en las provincias. Ese trío es el encargado de la conducción, en los aspectos operativos y bajo la supervisión de Máximo y Cristina, de lo que el cristinismo definió como el pasaje de la oposición a la resistencia.