Grave denuncia de trabajadores de salud domiciliaria: el SMI cierra y obliga a renunciar a su personal

Trabajadores de la salud vinculados a internaciones domiciliarias –enfermeros, médicos, terapistas ocupacionales, kinesiólogos y otros profesionales del sector– denuncian una grave situación laboral tras haber sido notificados de manera intempestiva del cierre del Servicio Médico Integral (SMI), empresa para la cual prestaban servicios desde hace años.
En las últimas 48 horas, el personal fue informado de que el SMI dejará de existir tal como se conocía. La empresa cambiará de nombre y figura jurídica, y los trabajadores recibieron dos únicas opciones: presentar la renuncia voluntaria para ser recontratados como monotributistas por la nueva razón social, o ser desvinculados y enfrentarse a un eventual juicio laboral cuyo resultado e inicio son inciertos.
Los empleados expresaron su profunda preocupación por esta maniobra empresarial, que consideran injusta y violatoria de derechos laborales básicos. Muchos de ellos cuentan con una larga trayectoria dentro del SMI, en algunos casos superior a los diez años, y hoy se enfrentan a la posibilidad de perder toda su antigüedad sin compensación alguna.
“No se nos dio tiempo a organizarnos ni a consultar con abogados. Nos enteramos entre ayer y hoy. Nos están empujando a firmar la renuncia para no quedar afuera, pero eso significa renunciar también a nuestros derechos”, señalaron trabajadores afectados, que pidieron preservar su identidad.
El caso visibiliza una modalidad cada vez más extendida de precarización en el ámbito de la salud, especialmente en áreas sensibles como la atención domiciliaria, donde el vínculo con los pacientes y el compromiso profesional se sostiene muchas veces a costa de condiciones laborales inestables.
Los trabajadores llaman a las autoridades laborales y sanitarias a intervenir ante esta situación, y convocan a la comunidad a solidarizarse con su reclamo por respeto, estabilidad y reconocimiento a su labor.