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INTA: advierteen sobre el posible cierre de agencias de extensión en San Juan si avanza el DNU del Gobierno nacional

La Coordinadora del Área de Extensión del INTA San Juan, Ariadna Celi, brindó un extenso, en el que expresó con preocupación el momento crítico que atraviesa el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Las advertencias giran en torno a un inminente Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno nacional, que significaría una transformación estructural profunda del organismo, en clara contradicción con la ley que lo creó y su modelo de co-gobernanza.

«Ya venimos preocupados desde noviembre del año pasado», señaló Celi, detallando que desde entonces se trabaja internamente en una propuesta de reestructuración para mejorar la eficiencia y achicar gastos sin afectar la capacidad operativa ni despedir personal. La sorpresa llegó en febrero, cuando el Gobierno presentó una propuesta alternativa sin tener en cuenta el documento elevado por las autoridades del organismo: «Fue una puja muy fuerte. El Ejecutivo prácticamente no la consideró».

Tres puntos críticos del DNU
Según explicó la funcionaria, el DNU que se encuentra en elaboración implicaría:

Desmantelamiento del sistema de cogobierno: el INTA funciona con una estructura colegiada, donde intervienen representantes del Estado (incluidas universidades), el sector privado y entidades productivas. El DNU excluiría a los sectores científicos y agroproductivos, concentrando la toma de decisiones en el Poder Ejecutivo. «Es una violación a la ley de creación del INTA. Nos deja a merced de otra lógica, alejada de los intereses del territorio».

Despido de personal técnico y no permanente: se dejaría sin renovación a las plantas transitorias, afectando a unos 800 profesionales en todo el país, muchos de ellos jóvenes en formación y becarios que hoy representan el semillero científico del organismo. «Es la generación que se está preparando para el futuro del INTA. Peligra la continuidad institucional», advirtió.

Venta de campos experimentales: uno de los ejes más alarmantes es la intención de enajenar tierras utilizadas para investigación productiva. En San Juan, ya se habrían relevado dos: uno en Pocito y otro en San Martín, este último con 15 hectáreas de olivares centenarios y declarado como primer banco de germoplasma de olivo de América por la Comisión Internacional del Olivo. «Estamos hablando de soberanía científico-tecnológica. Si esto queda en manos del mercado, se perderá un patrimonio estratégico para el país y para el mundo».

El rol del INTA en San Juan: «Llegamos donde nadie más llega»
El INTA tiene una presencia territorial clave en la provincia. Dispone de ocho agencias de extensión (Jáchal, Calingasta, Valle Fértil, Iglesia, San Martín, Caucete, 25 de Mayo y Pocito) y dos campos experimentales en San Martín y Pocito, donde se desarrollan actividades de innovación productiva, ensayos, transferencia de tecnología y conservación genética.

«El INTA llega a lugares donde el Estado no tiene otra presencia. Los productores de Valle Fértil, por ejemplo, perderían asistencia técnica gratuita y deberían pagar a privados o trasladarse», explicó Celi. Con un perfil agropecuario dominado por pequeños productores —el 60% de las explotaciones tienen menos de 7 hectáreas cultivadas—, el impacto sería crítico. «Hablamos de 3.000 explotaciones en riesgo en una provincia con 5.600 en total. San Juan tiene una matriz agroproductiva muy vulnerable».

La propuesta ignorada: «Reducir estructura, sin echar a nadie»
La propuesta de reestructuración elaborada por las autoridades locales del INTA apuntaba a achicar la estructura de gestión mediante la fusión de direcciones y coordinaciones, con el objetivo de eficientizar el gasto sin recortar líneas de investigación ni cerrar agencias. «Teníamos predisposición. Queríamos reacomodar recursos humanos sin despidos. Pero el Gobierno no la leyó siquiera», denunció.

Celi sostuvo que «el argumento de eficiencia no es real», y que la única visión del Ejecutivo ha sido reducir el gasto público, sin considerar el impacto estratégico del organismo.

Recursos mínimos, personal al límite
En cuanto al contexto presupuestario, la coordinadora indicó que el INTA dejó de recibir el porcentaje que por ley le corresponde de las importaciones hace varios años. El presupuesto actual fue reconducido desde 2023 y apenas permite operar hasta octubre, cubriendo solo los gastos esenciales como luz, agua y seguridad. «No tenemos nada para mantenimiento ni reparación. Hacemos malabares», dijo.

El plantel actual incluye 80 empleados y 20 becarios. Desde diciembre de 2023, se redujo un 12% por jubilaciones y retiros no reemplazados, y se espera una baja del 22% a fin de este año. «Y si se elimina la planta transitoria y los becarios, perderemos el 50% de nuestros técnicos. No estamos sobrados de personal; hay agencias con una sola persona trabajando».

Apoyo político e institucional
La gravedad de la situación llevó al INTA a salir públicamente a hablar. Este jueves, recibieron un fuerte respaldo de la Legislatura de San Juan, donde la Comisión de Agricultura elaboró un dictamen de apoyo. «Fue un día movilizante. Los diputados reconocieron el valor del INTA en sus territorios. La votación fue casi unánime», relató Celi, quien asistió junto a la directora Mónica Ruiz y parte del equipo técnico.

Además, las entidades del agro a nivel nacional —Coninagro, Federación Agraria Argentina y Sociedad Rural Argentina— manifestaron su rechazo a las reformas propuestas y se reunieron con el Secretario de Agricultura para expresar su preocupación.

Expectativas
Ariadna Celi expresó que ahora todo depende de los decisores políticos: «Internamente, ya no podemos hacer mucho más. La única esperanza está en que los legisladores frenen este DNU. Buscamos el mayor respaldo posible, desde entidades del campo hasta gobiernos provinciales y municipales».

Finalmente, destacó que el INTA trabaja con toda la cadena agroalimentaria, desde pequeños productores hasta grandes empresas, y que su rol es clave en una provincia con un sistema de riego complejo y gran potencial agroexportador. «No se trata de salvar al INTA. Se trata de defender el desarrollo tecnológico, la soberanía alimentaria y la inclusión productiva del país», concluyó.

Ficha técnica del INTA en San Juan:

Agencias de extensión: 8

Campos experimentales: 2 (San Martín y Pocito)

Superficie total: 70-80 hectáreas

Plantel técnico: 80 trabajadores y 20 becarios

Cobertura territorial: departamentos productivos y alejados de grandes centros urbanos

Áreas clave de investigación: olivo, tomate industrial, apicultura, bioinsumos, frutales, suelos, agua.