Día de la Soberanía Nacional: memoria, historia y un llamado a defender lo nuestro
Cada 20 de noviembre, Argentina conmemora el Día de la Soberanía Nacional, una fecha que invita a mirar hacia atrás, reconocer quiénes fuimos como pueblo en los momentos más difíciles y reflexionar sobre qué significa, hoy, defender lo nuestro. La jornada recuerda la Batalla de la Vuelta de Obligado, ocurrida en 1845, cuando las fuerzas de la Confederación Argentina —comandadas por el general Juan Manuel de Rosas y lideradas en el campo de batalla por Lucio Mansilla— enfrentaron a las escuadras anglo-francesas que buscaban navegar los ríos interiores sin permiso.
Aquella resistencia, aunque militarmente desfavorable, dejó un mensaje imposible de borrar: la soberanía no siempre se mide por la fuerza, sino por la voluntad de un pueblo de defender su dignidad y su derecho a decidir sobre su territorio, sus recursos y su futuro. Las cadenas cruzadas sobre el río Paraná, símbolo de aquella defensa, siguen siendo un recordatorio de que la libertad nacional se sostiene cuando existe convicción colectiva.
A lo largo del tiempo, la soberanía se fue ampliando a otros terrenos. Ya no se trata solo de resguardar fronteras físicas: implica proteger nuestros recursos naturales, nuestra economía, nuestra identidad cultural, y garantizar que las decisiones que impactan en la vida cotidiana de los argentinos se tomen dentro del país y pensando en el bienestar de su gente. Es, también, soberanía alimentaria, energética, tecnológica y política.
En un presente atravesado por debates sobre el rol del Estado, la influencia de los mercados globales, la administración de los recursos estratégicos y el lugar de Argentina en el mundo, esta fecha adquiere un significado especial. La soberanía no es un concepto del pasado ni una consigna vacía: es una tarea permanente, que requiere memoria, participación y compromiso.
Recordar la Vuelta de Obligado es homenajear a quienes entendieron que la libertad vale más cuando se la defiende. Pero también es asumir que la soberanía se construye todos los días, desde las políticas públicas hasta los gestos cotidianos que fortalecen la identidad nacional y la unidad.
Hoy, como en 1845, la pregunta sigue siendo la misma: ¿cómo cuidamos lo que es de todos? La respuesta, aunque cambie con el tiempo, siempre nace del mismo lugar: en la voluntad del pueblo argentino de mantenerse de pie.
