La informalidad laboral juvenil en Argentina supera el 67% y duplica a la de los adultos
Un informe elaborado por la Universidad de Buenos Aires encendió una señal de alarma sobre la situación laboral de los jóvenes en la Argentina. Según los últimos datos correspondientes al segundo trimestre de 2025, la tasa de informalidad entre trabajadores jóvenes alcanza el 67%, casi 24 puntos porcentuales por encima del promedio general, que ya se ubica en un elevado 46%. “Partimos de un mercado de trabajo con problemas estructurales muy serios para generar empleo formal”, explicó Roxana Maurizio, investigadora del CONICET y profesora titular de Economía Laboral en la UBA.
La especialista señaló que los jóvenes suelen enfrentar mayores barreras de ingreso al mercado laboral, especialmente aquellos con menor nivel educativo y menor experiencia. “El nivel educativo influye sin dudas, aunque incluso los jóvenes más formados tienen tasas de informalidad más altas que los adultos”, sostuvo. A la falta de capital humano se suma la concentración de los jóvenes en sectores históricamente más precarios, como la construcción o el servicio doméstico, donde predominan relaciones laborales inestables.
Maurizio remarcó que el problema responde a una combinación de factores vinculados a la oferta y la demanda laboral, y advirtió sobre la ausencia de políticas específicas de formación profesional. “Las políticas de capacitación son fundamentales para reducir la brecha de conocimientos y preparar a los jóvenes para empleos de mayor calidad”, afirmó. En ese sentido, alertó que muchos no están preparados para los cambios acelerados del mercado de trabajo asociados a la digitalización y la inteligencia artificial.
Consultada sobre posibles soluciones, la economista fue cauta respecto del impacto de una reforma laboral aislada. “No hay una bala de plata”, afirmó, y subrayó que la reducción de la informalidad juvenil requiere crecimiento económico sostenido, políticas educativas y de formación profesional sólidas, y estrategias productivas que generen empleo. “El desafío es pensar un conjunto de medidas articuladas que permitan a los jóvenes integrarse a un mercado laboral cada vez más dinámico y exigente”, concluyó.
