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Indignante: según las autoridades, Guadalupe no tenía botón antipánico “por falta de conectividad”

Según las autoridades de Villa La Angostura, Guadalupe, quien falleció víctima de femicidio, no pudo acceder siquiera a un botón antipánico “por falta de conectividad” en la zona. La “explicación” oficial indigna porque la falta de inversión en las redes de internet y telefonía móvil son responsabilidad del Estado y de las empresas de telecomunicaciones.

Como trabajadores y trabajadoras de las telecomunicaciones nos hierve la sangre al escuchar esos insólitos argumentos. La bronca por su femicidio nos interpela especialmente: mientras vemos que las empresas siguen acumulando fortunas, la enorme brecha digital que recorre el país es cada vez alarmante. Según datos del Enacom a comienzos de 2020, el 36% de los hogares del país no tenía acceso a internet. Y la mayoría eran pobres.

Como denunciamos siempre, cuando hay inversiones solo están al servicio de las ganancias de las telefónicas y no del pueblo trabajador: lo demostraron también en todo el 2020 dejando a miles de estudiantes y docentes fuera de la educación virtual por falta de cobertura. Hoy, por el mismo motivo, dejan a la deriva a una mujer (y nos preguntamos a cuántas más) que había denunciado más de 3 veces a quien terminó convirtiéndose en su femicida. La respuesta de los funcionarios no deja lugar a dudas: a Guadalupe la asesinó Bautista Quintriqueo, pero el Estado y las empresas que obtienen millonarias ganancias, sin inversión y a costa de la precarización laboral, son responsables.

30 años después de que se privatizaran los servicios de telefonía, el 40% de los hogares todavía no accede a internet. Por eso también nos generó indignación la reivindicación del presidente y el arco político peronista al privatizador neoliberal Menem, cuya política ningún gobierno revirtió.

Para muestra, basta la foto del presidente Alberto Fernández cerrando su gira en México, en medio del escándalo por las vacunas vip, haciendo negocios con el cuestionado Carlos Slim, dueño de la empresa Claro y principal proveedor de la Cobertura Móvil en el sur de Argentina, justamente donde se cometió el femicidio de Guadalupe.

Es necesario que los sindicatos de las telecomunicaciones como SAITSAD y FOETRA se pongan a la cabeza de llevar hasta el final esta exigencia de conectividad para todos y todas, porque está claro que ni los gobiernos ni las empresas están interesados en hacerlas.

Sabemos que el botón antipánico es insuficiente. Sabemos que no es sobre nosotras donde debería recaer el seguimiento del Estado. Denunciamos su responsabilidad y le exigimos que se garantice un plan nacional de emergencia ante la violencia de género, con medidas básicas como el acceso al trabajo, a los refugios, las viviendas, a equipos interdisciplinarios, a las licencias y pases educativos y laborales para las víctimas de violencia. Y por eso también decimos que es inadmisible que el argumento estatal, para encubrir un nuevo femicidio y para desresponsabilizarse, sea la falta de conectividad, que las empresas no garantizan y que el Estado ni exige.

Nuestras vidas valen más que las ganancias y los negocios con las telecomunicaciones, y hoy lo gritamos más fuerte que nunca. Sabemos que solo unidxs y en la calle, se ganan estas batallas, por eso llamamos a nuestro sindicato, y a todas las trabajadoras y trabajadores de las telecomunicaciones, a preparar una gran movilización el próximo 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, para que se escuche bien fuerte nuestra exigencia de justicia por Guadalupe, Ursula, Ivana, Emilse y por todas las que ya no tienen voz.

FUENTE: La Izquierda Diario