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Reabren los cines en Nueva York y se prepara Buenos Aires

Los cines de Nueva York reabren el 5 de marzo. Probablemente -falta confirmación, originalmente se pensaba que sería este jueves 25- el 4 se abran en Buenos Aires. Pero, para el negocio global (lo que incluye lo que suceda en nuestro país con la exhibición), lo de Nueva York es central, porque implica el desperezamiento del negocio «grande» y el planteo de fechas de estreno y posibilidades de recuperación de uno de los negocios más castigados por la pandemia.

Las restricciones, de todos modos, son complejas: solo podrán operar al 25% de capacidad hasta un máximo de 50 personas por función. Claramente, sigue siendo mal negocio para los tanques. Pero esto es una primera etapa. Nueva York es uno de los mercados más grandes de los EE.UU., donde el 65% de las salas permanece cerrado. Dado que los grandes estudios recuperan costos con la saturación en el mercado local, esta capacidad de exhibición sigue restringiendo el lanzamiento de las películas que mueven el mercado, los tanques, que son los que provocan el consumo lateral de bebidas y snacks y, por lo tanto, la ganancia del exhibidor (que no surge de las entradas, ni en los EE.UU. ni aquí). Pero al menos se marca un rumbo.

Lo más probable, también, es que el primer filme «grande» a estrenarse justamente el 5 de marzo sea Raya y el último dragón, nuevo largometraje animado de Disney. Pero para sumar un poco de datos importantes, el filme se verá en los mercados donde la exhibición pueda abrirse y la plataforme figure, tanto en salas como en Disney+ aunque, en ese caso, con un pago diferenciado más allá del abono y por tiempo limitado. En la Argentina, el «premier access» de la película costará 1050 pesos, abono aparte.

La estrategia ya se había probado con Mulan, y funcionó solo a medias. Es posible que esto marque el camino para «liberar» una serie de películas grandes (por ejemplo, Black Widow, de Marvel, que lleva más de cinco postergaciones y debería ir en mayo) que, de todos modos, tendrían algo de presencia en la pantalla grande. 

Las acciones de las empresas exhibidoras en Wall Street, al conocerse la noticia, subieron con fuerza. AMC, la cadena que hace un par de meses estaba a punto de pedir la quiebra, vio sus acciones subir un 13,5% en Wall Street, mientras que Cinemark tuvo un alza de 7,5%. 

Pero aunque los cines vuelvan, falta mucho: es necesario saturar el mercado con un gran producto para que recupere inversiones de 500 millones de dólares. Y hay otro sector con más problemas: el teatro de Broadway no reabre, no solo por las restricciones sino porque los empresarios comprenden que, con los aforos limitadísimos, es imposible operar con algún margen de ganancia. Qué sucederá con el teatro espectacular del centro de Nueva York es una incógnita, pero el panorama solo puede alentar el pesimismo.

En síntesis, mientras las plataformas siguen creciendo, hay una esperanza para el regreso del cine a nivel global, y todo depende en gran medida de la vacunación y recrear confianza en el público. Pero aun con regreso, el negocio será otro, radicalmente distinto.

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FUENTE: BAE NEGOCIOS