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A los 16 años se hizo pasar por su novio, arregló una cita con la ex y la ahorcó

A los 16 años se hizo pasar por su novio, arregló una cita con la ex y la ahorcó con un alambre de púas, está libre y la familia de Fernanda Chicco espera justicia.

Un mensaje de texto enviado desde el número de su exnovio fue el engaño que llevó a María Fernanda Chicco directo hacia su muerte el 15 de febrero de 2015. Ese domingo llegó en bicicleta al corralón de la localidad santafesina de Ceres en donde había pactado el reencuentro con su ex, pero quien la estaba esperando era la nueva pareja del joven. Nadie más volvió a ver a Fernanda viva.

Los celos habían convertido a una chica de 16 años en asesina. Por eso, apenas vio llegar a la otra adolescente a la zona descampada sobre la ruta 34 donde la había citado, le dio un puntazo con una tijera en el cuello y después la ahorcó con un alambre repleto de púas hasta que le fracturó la tráquea.

A casi siete años de aquel crimen que revolucionó al pequeño pueblo de la provincia de Sana Fe, la familia Chicco sigue atravesada por el dolor, pero la joven que mató a Fernanda se encuentra todavía en libertad a la espera de una sentencia.

Celos, obsesión y muerte

Fernanda tenía 18 años y se había mudado a Córdoba junto a a Alina, su mejor amiga de la escuela, para estudiar cine. Sin embargo, ese fin de semana de Carnaval volvió a Ceres para visitar a su familia.

La relación que había tenido con Rodrigo, su exnovio, se había terminado hacía por lo menos un año. Aún así, ella creía que todavía tenía que disputarse con ella el amor del joven de 23 años con el que recién empezaba a salir. Así nació el conflicto que con el paso del tiempo se fue agravando hasta convertirse en una obsesión fatal.

El día del crimen, la chica tomó el celular de su novio en una distracción del muchacho y, haciéndose pasar por él, le escribió a Fernanda para encontrarse con ella.

El plan ya estaba en marcha y la adolescente lo cumplió al detalle. Incluso, después de cometer el asesinato, tuvo tiempo y la frialdad necesaria como para llevarse un “souvenir” de la escena del crimen: un mechón de pelo y las ojotas de la víctima.

Durante 48 horas todo fue angustia para la familia Chicco que, sin saber nada de Fernanda, denunció en la comisaría su desaparición.

“No la vi”, fue la tajante respuesta que la asesina le dio al matrimonio cuando le preguntaron si había visto a su hija. Pero finalmente un vecino descubrió el cuerpo y poco después el video de una cámara de seguridad incriminó a la asesina.

El círculo se cerró cuando los investigadores revisaron las redes sociales de la acusada y encontraron un posteo que había subido meses atrás. “Acá vas a terminar”, decía la publicación que hizo en su Instagram junto a la foto del lugar donde después cometió el crimen y donde después encontraron el cuerpo de la joven asesinada.

Una sentencia en suspenso

La chica fue detenida en medio de un cumpleaños el mismo día que se reveló el homicidio. No opuso ninguna resistencia, pero tampoco se inmutó, según indicaron entonces los medios locales.

En una primera instancia, la jueza de Menores Laura Lencinas condenó a la acusada a la pena de siete años de prisión como autora del delito de Homicidio agravado por alevosía.

Poco después, la beneficiaron con el ingreso al programa de libertad asistida luego de la evaluación de la Dirección Provincial de Justicia Penal Juvenil.

El régimen consistía en una “medida socio educativa” a raíz de la cual no estaba presa, pero tampoco tenía una libertad absoluta.

La causa volvió a moverse recién en febrero de este año, cuando la Cámara de Apelaciones decidió ampliar la condena a trece años de prisión, en lugar de los siete iniciales.

Pese a todo, por su edad, la joven no permanece tras las rejas sino que vive y estudia en la ciudad de Rosario mientras espera que se confirme su sentencia.

Cómo sigue la causa por el crimen de Fernanda Chicco

Después de siete largos años Silvia Linardos, la mamá de Fernanda, no puede siquiera saber si se hizo Justicia por su hija porque el juicio todavía no terminó.

“En la última instancia que tuvo la defensa de la acusada pidieron que no la condenen, sino que le den trabajos comunitarios por estar estudiando Medicina”, contó a TN la mujer.

La defensa interpuso un recurso de revisión de la pena donde interviene otro tribunal. “Son tres jueces que votarán sobre la pena, la modalidad y la cuantificación”, explicó Linardos, y agregó: “La pena que éstos declaren se promedia con la declarada en el fallo, pero aún no hay novedades”.

Mientras espera los tiempos de la Justicia la mamá de Fernanda intenta esquivar cualquier información que tenga que ver con el presente de la asesina de su hija. “Ella está en un lugar que no le corresponde y en libertad. Yo solo espero”, diferenció.

En todos estos años que pasaron la mujer tampoco pudo entender todavía por qué esa joven mató a su hija. Pero sí recuerda claramente la frialdad con la que le dijo que no había visto a Fernanda cuando ella la buscaba desesperada: “No se inmutó, y hasta el día de hoy no se arrepintió”.