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Por: A.I. Agüero-P.F. Suero-F. Agüero

Los cambios no han generado cambios

Luego de la renuncia de Martín Guzmán y su reemplazo por Silvina Batakis en el ministerio de economía de la Nación, la situación crítica de los sectores populares no ha cambiado en lo esencial. Por el contrario, se han vuelto a disparar lo precios, especialmente de los alimentos y los artículos más necesario para la economía de los hogares. Las medidas iniciales de la nueva ministra han estado dirigidas calmar la angurria de los mercados, mostrando la disposición del gobierno de ir a fondo con el cumplimiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, con los Acreedores privados y los monopolios privados. Garantizando de esta manera las divisas (los dólares) para pagar intereses y ganancias que giran éstos hacia sus casas matrices. Todo esto se hace a costa de ajuste fiscal, salarial, desocupación, inflación, y achique de la economía. Y ni así las medidas de ajuste han calmado a los mercados, porque se ha disparado el dólar “paralelo”, también llamado Blue, que presiona para una devaluación brusca del peso, que traería una más violenta disparada de los precios.

El cuello de botella de la producción

La economía argentina está pasando por un momento crítico por la escasez de dólares para producir, insuficiencia que tiene que ver, por un lado, con los motivos arriba mencionados. La puja en el mercado por conseguir los dólares dispara su precio y presiona al Banco Central para que venda y se deshaga de las reservas. La falta de los dólares tiene que ver con el hecho de que quien los provee a la economía es el “campo”, y el control de la producción agrícola está manos de los terratenientes que se quedan con un tercio de la producción en dólares, sin trabajar y no los proveen al mercado. A su vez las grandes corporaciones de la exportación que controlan el comercio exterior argentino operan de la misma manera. Y, en segundo lugar, tiene que ver con el hecho que, si bien nuestra industria es en gran medida exportadora, se ha desarrollado dependiente del capital extranjero y de las importaciones de bienes de capital y materias primas para poder desarrollarse. Importaciones que deben pagarse en dólares, al precio oficial o al valor financiero, entre los cuales existe un salto de precio en más del doble de su valor. Esta situación es aprovechada por los grandes empresarios que importan con dólares al valor oficial y marcan los precios en el mercado interno con el dólar paralelo. Se fijan precios, de esta manera para el mercado interno que no tienen que ver con los costos. Los cuales van siguiendo el derrotero artificial de los precios del dólar y se fijan los precios por las dudas que este aumente, produciendo una situación caótica en la economía que perjudica brutalmente a los asalariados y dramáticamente a los desocupados (ver declaraciones de Federico Braun Supermercados La Anónima).

Cuello de botella, inflación y recesión

Estamos de esta manera soportando un problema clásico de la economía argentina, que se denomina “cuello de botella”: es decir, al crecer la economía crece la demanda de dólares, que el Banco Central no puede proveer por que no los tiene en cantidad necesaria y además porque esta exigido por el FMI a guardarlos para cumplir con el acuerdo firmado en marzo.

A partir de julio ingresamos en un semestre del año en el que la liquidación de exportaciones disminuye significativamente y por lo tanto la liquidación de divisas es crítica. En consecuencia, la financiación de las importaciones se verán impedidas, lo que derivará en que la actividad industrial va a disminuir significativamente, generando como consecuencia cierre de pequeñas empresas y despidos.

Por lo tanto, los controles de la inflación, que es el flagelo que más aflige la pueblo, mediante las medidas de los precios cuidados son inofensivas. Es necesario ir a fondo por parte del gobierno nacional contra los que manejan la economía en su beneficio, tomando el control de la producción, la comercialización y las finanzas nacionales, la única medida posible y necesaria para ordenar la economía y la política en la argentina.

Un pueblo disconforme

Tal como se vienen desarrollando los acontecimientos, el pueblo cada vez está más disconforme, no encuentra respuestas en el Frente de Todos. A probado durante cuatro años con la derecha liberal de Juntos por el Cambio, que nos llevó a un desastre productivo y un gran endeudamiento, no ve en la izquierda revolucionaria una fuerza presente y en la ultra derecha de Milei, ve una figura grotesca y sin una propuesta de cambio real. En estas circunstancias se vislumbran momentos difíciles y no se percibe el norte, la salida para esta grave situación. Hay mucha bronca y desanimo con los “políticos”, hecho que impregna a todas las organizaciones del campo popular.

Afirmamos que lo mencionado anteriormente constituye una situación social explosiva. Algunos analistas observan que los indicadores económicos y sociales son peores que en el 2001. Y, si alguien se pregunta por qué no se han producidos estallidos sociales como en aquel momento, al menos hay un factor clave que debemos tener en cuenta para esgrimir una respuesta sensata, es porque hoy la contención social del Estado está mucho más desplegada que hace 21 años. Esta es un área donde las organizaciones sociales, mal que le pese a muchos, juegan un rol fundamental en la contención y en la orientación democrática. Mientras las grandes empresas nacionales y trasnacionales, las corporaciones del extractivismo, los terratenientes y los ricos se dedican a crear desocupación vía avances tecnológicos para aumentar sus ganancias, las organizaciones sociales, mal que le pese a Cristina Fernández, la derecha macrista y al cavernícola liberal de Milei, deben agrupar y organizar a miles de excluidos del sistema para ayudarles a arrimar un mendrugo de pan a sus hogares.

En ese sentido, reglón al margen, se puede apuntar que quienes hoy atacan con furia a las organizaciones como la CCC, son ingenuos o tienen la intensión de acelerar el deterioro de la situación social del país a costa del sufrimiento de los asalariados, desocupados, productores y demás sectores populares. Cada uno de los actores del drama argentino debe, saca y se hará cargo de sus conclusiones.

Arrimemos un ejemplo para ilustrar. Hace pocas semanas en San Juan, que siempre parece “tranquila”, la provincia fue sacudida por una rebelión docente imponente e imparable, que le arrancó al gobierno de Sergio Uñac un aumento histórico, pero que, con el ritmo de la inflación, eso aumentos son licuados rápidamente. Lo que indica que la lucha docente puede haber sido la primera manifestación de un nuevo ciclo de protestas de los estatales y sociales como las que terminaron con el gobierno del Dr. Avelín en 2002.

En este contexto, con la escapada del dólar, la inflación, el crecimiento de la pobreza, la incertidumbre sobre el futuro, los desaciertos de los gobiernos nacionales y provinciales, las peleas internas en la oposición liberal, pocos argentinos y sanjuaninos de a pie quieren escuchar hablar a los “políticos”, de promesas electorales, y menos de candidaturas para las elecciones del 2023. Sin embargo y contra todos los pronósticos, quienes más presión meten a la caldera social creando discordia, agregando nafta al fuego, son sectores políticos y empresariales con porciones de poder que privilegian más sus intereses de sector y personales que los intereses del pueblo y del país. Atizan un fuego que será difícil de controlar. En vez de buscar unidad que agregue certidumbre al futuro, profundizan el enfrentamiento por ambiciones de sector para acrecentar sus riquezas.

Trabajar por la unidad

Trabajar por la unidad imprescindible, es constituir y hacer funcionar el Frente de Todos de manera orgánica, lo que significa que debe existir voluntad para reunir a todas las fuerzas políticas que quieran participar, en forma democrática, en su construcción para enfrentar a los enemigos del pueblo, que hoy están representados en los grupos económicos y políticos que impiden el desarrollo económico del país ya la satisfacción de las necesidades elementales de los sectores populares. Enemigos que han encontrado escondrijo en figuras y fuerzas políticas que hoy representan a los que durante cuatro años llevaron al país a un desastre. Además, el Frente de Todos debe ser un ámbito donde todas las fuerzas populares y nacionales propongan debates y acercan propuestas de salidas y soluciones para la emergencia. Cerrando de esta manera el regreso de aquellas fuerzas políticas y sociales liberales.

Muy por el contrario, lo que hoy observamos, por lo menos en el ámbito provincial, tanto mediáticamente como a través de actitudes del PJ local, es que al que quiere participar con sus ideas y propuestas o sus legítimas candidaturas, si no están alineadas con el relato de quienes hegemonizan el Frente, se los rotula, se los denigra y se los persigue.

De ahí se desprende el intento de reforma del código electoral, que la justicia ya dictaminó como inconstitucional, y la idea de forzar la candidatura del gobernador al cuarto mandato o, al menos, dejarlo en posición de poder ser el gran elector.

Legalmente Sergio Uñac actual gobernador de San Juan y presidente del PJ local, no puede ser nuevamente candidato a gobernador de la provincia. Cumplirá ya su tercer mandato en una formula provincial que dirige el ejecutivo y la constitución se lo prohíbe. Qué hay detrás de la propuesta de seguir insistiendo con indefiniciones: “la Constitución está reformada, permite tres periodos para el gobernador, pero a eso hay que sumarle una decisión personal, que la tomaremos en el momento oportuno” dijo recientemente Uñac, y que un coro de obedientes “seguidores” sigan vociferando la necesidad de su postulación.

Esto es tozudez política o Sergio Uñac se sabe “pato rengo” y no quiere sincerar, porque abriría una carrera de postulaciones de distintas personalidades de la política que tienen pretensiones para candidatearse por méritos, como, por ejemplo, Baistrochi, Gramajo, Gatonni, Andino, Hensel, etc, en el seno del PJ, además de los que pueden agregarse por otras fuerzas políticas del Frente de Todos.

De esa manera se entiende por qué la principal batalla política electoral de la provincia se da al interior del Frente de Todos, y no entre las dos alianzas con más votantes en la última elección.

La política vista desde la calle Paula

El oficialismo, o uñaquismo, considera que la provincia tiene una excelente gestión, ordenada y seria, y todos los males que nos aquejan provienen de situaciones externa, como el Covid, la guerra, la política nacional, Alberto y Cristina, etc. Desde esa perspectiva, el retraso salarial que motivó la lucha docente, sería una consecuencia de la inflación que provocan desde el ámbito nacional.

Este mecanismo de pensamiento se sostiene, y retroalimenta, a fuerza de campañas propagandísticas, que básicamente atienden a los problemas que se perciben desde el palacio, pero que impiden ver el mal humor creciente en la población, que no sólo deteriora la imagen de los políticos nacionales, sino que también el mismo gobernador tiene un alto nivel de rechazo entre los sectores trabajadores.

El encierro del oficialismo en su propio juego le hace perder el rumbo. Por eso utiliza un discurso político errado, que esquiva hablar de las preocupaciones reales de la gente, no plantea respuestas a problemas reales y por lo tanto no genera entusiasmo ni en los propios militantes.

Un claro ejemplo de esto fue la campaña de septiembre-noviembre del 2021, donde se hizo hincapié en la inauguración de luces en las plazas, o que en la provincia se jugaría un partido de la selección de futbol masculino, mientras que el electorado, que se informa por los canales del cable o por internet, estaba pensando en lo que pasa en la política nacional.

En las juntas departamentales los mismos peronistas se quejaban de estar atados de manos para salir a esgrimir su doctrina ¿Cómo se puede explicar lo que pasa con el dólar si no se habla de quienes provocan las corridas bancarias, de la fuga de dólares y de la deuda externa? ¿Cómo se puede explicar la inflación sino no se menciona la desindustrialización del país y la provincia? Hoy en día el aspecto legal de la candidatura por la reelección, es un detalle, porque Sergio Uñac está desprestigiado y su nombre en la boleta no garantiza el triunfo en el 2023.

Este sector del FdeT, también tiene sus internas. Las mismas no se dan abiertamente para el cargo de gobernador o vice, donde nadie se atrevería a decir nada que contradiga las vos del primer mandatario. No obstante, como plan B por si no prosperara judicialmente la re re… reelección, ya habría varios hombres que se anotan para dar batalla por integrar la fórmula como dijimos más arriba.

Donde sí hay fricciones abiertas es en los municipios. El más notorio es el caso de Chimbas donde Fabian Gramajo terminará su segundo mandato y no puede reelegir, y en el camino a la sucesión el bloquismo, con Andrés Chanampa a la cabeza, se dedica a tirarle misiles. Tampoco se queda atrás la Capital, en donde recientemente le pidieron la renuncia la secretaria de cultura Sandra Barceló, y son muchos los que quieren competir en una interna contra un debilitado Emilio Baistrocchi.

Por fuera del PJ y dentro del oficialismo en el Frente de Todos, también está el bloquismo uñaquista, que no parece tener más aspiraciones que acompañarlo a Sergio y disputar Chimbas. Y el Frente Grande y su presidente provincial, Horacio Quiroga, que como diputado en la cámara es un fiel ladero de la gestión de Roberto Gattoni y votó a favor del uñaquismo en todas las leyes polémicas del último año.

Los no alineados con calle Paula

Por si no quedó claro en el punto anterior, la provincia y el FdeT están dirigido por un sector sumamente cerrado y autoritario. Ante esa situación el giojismo, luego de ser desplazado abruptamente de la gestión provincial y de la dirección del PJ, fue dando batallas que le permitieron reagruparse hasta que se plantó públicamente ante el uñaquismo, en diciembre pasado, en ocasión del tratamiento exprés de la reforma de código electoral que pretendía sacar las PASO de San Juan.

El giojismo está reducido a su agrupación interna del PJ, llamada Lealtad Justicialista, pero es un grupo que viene de gobernar la provincia durante 12 años. Además, que conservan sus influencias en los medios de comunicación, son una corriente real dentro del peronismo sanjuanino, principalmente porque José Luis Gioja mantiene una imagen positiva entre los sectores populares. El ex gobernador y actual diputado nacional, tiene mucha experiencia en la política nacional y contactos internacionales que lo hacen un hueso duro de roer para el uñaquismo. Basta recordar que fue él, estando al frente del PJ nacional, uno de los armadores políticos del reagrupamiento que le permitió ganar a Alberto y Cristina.

La mirada de una mente simplista podría afirmar que Uñac y Gioja “son los mismo”, ya que, en lo productivo, sus programas de gobierno no se diferencian más que en los slogans. Pero el giojismo es un sector hoy se han plantado frente a Uñac y le da batalla en la legislatura, mientras que llevan a José Luis como estandarte y cada tanto aparecen flayers que hablan de que será candidato a gobernador en el 2023. Todavía no muestran todas las cartas, pero juegan con la ventaja de saber que son altamente necesarios para que el Frente de Todos conserve el gobierno en el próximo período.

El grupo que completa a los no alineados con la calle Paula lo integramos desde el Partido del Trabajo y del Pueblo, y expresiones del kirchenerismo y albertismo sanjuanino. Por nuestro lado, hay que comenzar diciendo que en el 2019 no integramos el frente que llevó a Uñac a la gobernación. Ese año las elecciones provinciales fueron entre marzo y junio, y nosotros nos incorporamos al FdeT a nivel nacional en Julio para las elecciones de agosto y octubre con Alberto y Cristina.

Más allá de este dato, lo que nos separa del sector que detenta el gobierno provincial, es el programa para la provincia, con el cual no solo no estamos de acuerdo, por lo que decimos que no somos parte de la gestión, sino que el mismo tampoco se ha puesto en discusión nunca en una mesa del frente.

Básicamente reivindicamos nuestra pertenencia al espacio como referencia para la unidad del campo popular ante el avance de la derecha reaccionaria, pero mantenemos una política independiente que nos ha permitido en los dos últimos años un rápido despliegue por los diecinueve departamentos de la provincia. Tenemos en curso una campaña de afiliación y consolidación con la que pretendemos alcanzar las 20 mil fichas. Además, los movimientos sociales y sindicales en los que participamos se mantienen en las calles, en lucha por las urgencias populares. En el caso de los desocupados y precarizados, la CCC ha reclamado en soledad mayor atención a comedores y merenderos, ya que los demás integrantes de los Cayetanos no tienen tanta independencia respecto al uñaquismo.

Desde el PTP, decidimos constituirnos como partes de las presentaciones contra la modificación del código electoral que pretendía quitar las PASO. Principalmente porque entendimos que el mecanismo de debate que utilizó el uñaquismo fue sectario y autoritario. En ese mismo sentido es que impulsamos la institucionalización del Frente de Todos en la provincia, como mecanismo para garantizar un debate democrático en el cual se expresen todas las voces y matices que integran el campo popular de San Juan.