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 En la ciudad de Buenos Aires, los trabajadores de la carne piden al gobierno que no joda más con la media res y habilite medios mecánicos y rieles para su traslado

Primer capítulo: En 2020, haciéndose eco del reclamo de los sindicalistas de la carne, las autoridades laborales imponen la prohibición de que se carguen piezas de carne superiores a 25 kilos (después ese peso se amplió a 32 kilos) de modo manual, para cuidar la salud de los trabajadores.

Segundo capítulo: En 2021, aprovechando el retorno del cepo a las exportaciones de carne, los frigoríficos exportadores pactan con el gobierno (los ex ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura) y se define que la media res quedará prohibida y deberá ser troceada en piezas de no más de 32 kilos. De ese modo, una medida laboral se convierte en una medida de alto impacto comercial, pues la mayor parte de la carne en Argentina se traslada como medias reses hasta los puntos de venta.

Tercer capítulo: Durante todo 2022, los sectores de frigoríficos y matarifes dedicados al abastecimiento de mercado interno trataron de convencer a las autoridades económicas que desistan del cuarteo forzoso y permitan que la media res se siga vendiendo, pero siempre y cuando no sean los trabajadores los que las carguen sobre sus espaldas. Exigen para ellos que se habiliten “medios mecánicos”.

¿Cómo se llama la película? La historia sin fin.

Hoy estamos como empezamos: los morochos de la carne siguen cargando pesadísimas medias reses sobre sus espaldas, que se hacen trizas, mientras los burócratas de turno ni siquiera controlan que se cumplan las disposiciones del Ministerio de Trabajo que debieran protegerlos. Mientras tanto, en Agricultura, los funcionarios visiblemente influenciados por el Consorcio ABC de frigoríficos exportadores no le encuentran el agujero a la bola. Han desistido ya de prohibir la media res, al menos en el corto plazo, pero no terminan de definirse sobre los medios mecánicos.

En este punto de tan mala película, volvieron a hablar los sindicalistas que desencadenaron con sus protestas este conflicto. “En el día de la fecha, la Comisión Directiva del Sindicato del Personal de la Industria de la Carne de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires decidió tomar distintas acciones gremiales exigiendo la implementación de medios mecánicos y rieleras para la descarga y traslado de medias reses y/o piezas cárnicas superiores a 32 kilos”.

Es decir, los gremialistas liderados en esta seccional por Nahuel Ochoa piden volver a prestar atención a lo importante, que es la salud de los trabajadores, a la que ya casi nadie le da pelota. De hecho, mientras se discute por largos años si medias reses no o medias reses si, nadie ha controlado que se cumpla la disposición original que prohíbe su carga manual.

Los gremialistas del sector en Buenos Aires piden un punto final a la discusión, aunque se inclinan claramente más hacia la posición de matarifes y frigoríficos consumeros, al reclamar que se deben implementar medios mecánicos o rieles en “los establecimientos que no lograron implementar el troceo de las reses y que operan bajo denominación Carnicerías o Frigoríficos o Matarifes Abastecedores”.

“Demandamos la urgente puesta en funcionamiento de medidas para readecuar a la industria frigorífica a la nueva normativa, rechazando cualquier forma de traslado manual o sin el uso de medios mecánicos”, se expiden los sindicalistas, que dicen haber comprobado que el ‘hombreo’ sigue gozando de buena salud en varios establecimientos que operan en la Ciudad de Buenos Aires, “precarizando las condiciones de trabajo”.

El gremio liderado por Ochoa (el padre de Nahuel, Fabián Ochoa, forma parte de la federación gremial de la  carne a nivel nacional) declaró el estado de alerta y movilización por este asunto.

Fuente: Bicho de campo