¿HACEN TODO AL REVÉS?: el FMI le advirtió a Milei y Caputo que «van a tener que abandonar la escuela austríaca y agarrar el Manuel Monetarista»
El organismo que conduce Kristalina Georgieva está molesto con las «incongruencias» del programa monetario.
La reunión del ministro Toto Caputo con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, dejó gustó amargo y a poco y no hubo ningún anuncio sobre fondos frescos para la Argentina, como vienen reclamando el ministro y el presidente Milei.
Una fuente al tanto de lo conversado en la cumbre del G20 en Río de Janeiro explicó que el organismo mantiene sus críticas a las «incongruencias» del programa monetario. La fuente explicó el el organismo está meas cerca de la visión del renunciado viceministro de Economía, Joaquín Cottani, quien dijo que Milei y Caputo deben olvidarse de la «dolarización endógena» e ir a una canasta de monedas.
Son tiempos atravesados por un tenso debate sobre el rumbo económico. Devaluación y flotación administrada, dolarización, competencia de monedas, dolarización endógena. Interesante porque se trata de un choque de ideas asociadas a la economía liberal.
Sin embargo, en esta coyuntura particular de la Argentina, las diferencias entre estas corrientes económicas muestran más contrastes que matices. «Van a tener que agarrar el manual monetarista y despojarse por completo de los postulados de la escuela austriaca», afirmó un economista al tanto de la posición del FMI.
«El Board del Fondo tiene un pensamiento acorde al que se fue del Ministerio (por Cottani), eso de fijar nominalmente la Base Monetaria no es viable, ya pasó y fracasó», agregó.
«En el tablero económico conviven tres posturas: el modelo austríaco, el marco monetarista, y la tesis del FMI», precisó un ex funcionario de Economía.
El ex funcionario explicó que mientras Javier Milei se para sobre el modelo austríaco y, en particular anarcocapitalista, donde la meta de máxima sería converger hacia una deflación por el crecimiento de la productividad; el FMI apela a una síntesis keynesiana y monetarista dentro de sus manuales, validando la manipulación de la tasa de interés como una herramienta efectiva de la política monetaria.
«En el monetarismo, el aumento de la base monetaria debe acompañar la expansión del PBI», explicó un docente universitario que agregó «para eso se necesita un Estado».
En términos teóricos el monetarismo, corriente económica asociada principalmente a la figura de Milton Friedman, sostiene que la política monetaria es el instrumento fundamental para regular la economía. Según esta perspectiva, la estabilidad monetaria es la base para el funcionamiento eficiente del mercado, porque proporciona un entorno predecible, favorable para la inversión. Para los monetaristas, la intervención del gobierno en la economía debe ser limitada, centrándose principalmente en el control de la cantidad de dinero en circulación.
Por su parte la Escuela Austriaca, representada por pensadores como Ludwig von Mises y Friedrich Hayek, pone énfasis en los efectos distorsivos de cualquier intervención, por mas mínima que sea, del Estado sobre el mercado, delegando la coordinación descentralizada en la economía en el individuo como tal. El Estado debe ser eliminado.
En definitiva la diferencia más marcada entre el Monetarismo y la Escuela Austriaca remite a la existencia de un gobierno en la toma de decisiones económicas. Estas diferencias impactan en la intervención estatal, la inflación y el ciclo económico.
Martín Burgos, economista del CCC, explicó que la diferencia concreta que expresa Milei respecto al monetarismo, se explica porque «Hayek pensaba que los precios podían bajar y eso era positivo para la economía, Friedman asumía que los precios no solo no bajan sino que no deberían hacerlo porque llevaría a una recesión».
En los términos técnicos que suele utilizar el Presidente, la Escuela Austríaca se fundamenta en la teoría del ciclo económico y la importancia de preservar el valor del dinero. Los monetaristas consideran que el dinero es neutral en el largo plazo mientras que los economistas austríacos consideran que el dinero jamás es neutral.