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Kicillof no volvió a contactar a los legisladores y se esfuma la posibilidad de aprobar el presupuesto

Axel Kicillof parece decidido a encarar el año electoral sin presupuesto, sin permisos de endeudamiento y sin Ley Fiscal. El gobernador no volvió a contactar a la Legislatura tras cancelar una reunión en los primeros días de enero, planteada para retomar las negociaciones.

En la oposición quedaron sorprendidos por la decisión del gobernador de no retomar las negociaciones. Entienden que la brecha para lograr consensos se irá cerrando a medida que pasen las semanas y la dirigencia política entre de lleno al año electoral. Se sabe que el PRO -y también la UCR- deberá endurecer su postura para no quedar en el medio, entre los libertarios y el peronismo.

«La provincia necesita presupuesto porque en él se establecen los recursos, la recaudación de impuestos, el gasto y la asignación de fondos para educación y obra pública», dijo el senador Marcelo Daletto, un armador político de Emilio Monzó.

Pero la desilusión no solo alcanza a la oposición. También el peronismo quedó descolocado ante la decisión del gobierno de no retomar las negociaciones. El massista Alexis Guerrera asumió en la poderosa presidencia de Diputados con el desafío de encauzar la negociación. Sin embargo, en su primera misión sufrió el desplante del Ejecutivo.

En tanto, en el kirchnerismo también sienten el impacto de la decisión de Kicillof. El gobernador salió del laberinto por arriba puenteando la capacidad legislativa de La Cámpora que controla la Legislatura.

Aunque Kicillof no los señala como responsables por el fracaso de la negociación de diciembre, en el kirchnerismo saben que cancelar la discusión por el presupuesto es parte de la interna entre el gobernador y Máximo Kirchner. Es que, a diferencia de otros años, la negociación en la provincia tiene tres partes: el Ejecutivo, la oposición y el kirchnerismo.

La semana pasada fue Andrés Larroque -uno de los dirigentes más activos en la pelea contra Máximo- quien dio un paso que hasta ahora ningún miembro del gabinete bonaerense había dado y admitió que fue esa interna la que provocó el fracaso de los proyectos del presupuesto.

«Es público y notorio», respondió en una entrevista a una pregunta que específicamente apuntaba a esa interna. «Nos gustaría sentirnos más acompañados», profundizó Larroque. Y resaltó que la falta de respaldo que le atribuye al camporismo complica la gestión de Kicillof: «tenemos un gobernador que está enfrentando un momento muy difícil», dijo.