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Una de las principales empresas energéticas entrará en default y expone la fragilidad del modelo libertario

La crisis financiera del Grupo Albanesi no solo sacude al sector energético, sino que también pone en evidencia las inconsistencias del gobierno de Javier Milei en materia de inversión pública y gestión de los fondos de la ANSES.

El default técnico del Grupo Albanesi, uno de los principales generadores de energía del país, no es un hecho aislado. Es el síntoma de un modelo económico que privilegia la especulación financiera sobre la inversión productiva y que, en su afán por reducir el Estado, deja expuestos a los jubilados y a los sectores más vulnerables.

El Grupo Albanesi, responsable de aproximadamente el 10% de la generación térmica en Argentina, enfrenta una crisis financiera sin precedentes. A pesar de haber emitido un bono por US$ 350 millones en octubre de 2024 para financiar su ambicioso plan de inversiones, la empresa no logró sostener su estructura de deuda. La detención de su presidente, Armando Losón, en el marco de la causa de los cuadernos, agravó la situación, cerrando las puertas al financiamiento y dejando a la compañía al borde del colapso .

En un intento desesperado por evitar el default, Albanesi obtuvo un préstamo sindicado de hasta US$ 80 millones en enero de 2025, con la participación de varios bancos locales . Sin embargo, esta inyección de capital no fue suficiente para revertir la tendencia negativa. La empresa, que había logrado una adhesión del 81% en el canje de obligaciones negociables locales en agosto de 2024, no pudo sostener la confianza de los inversores .

El impacto de esta crisis no se limita al sector energético. La ANSES, que había invertido en bonos de Albanesi, enfrenta ahora pérdidas significativas. En un contexto donde el gobierno de Javier Milei impulsa una reforma previsional que recorta beneficios y aumenta la edad jubilatoria, la exposición de los fondos de la seguridad social a inversiones de alto riesgo resulta, como mínimo, irresponsable.

Desde las redes sociales no tardaron en reaccionar los usuarios cuestionando la falta de control estatal y la exposición de los fondos públicos a empresas privadas con antecedentes judiciales. «¿Dónde está el Estado cuando se trata de proteger nuestros ahorros?», preguntaba un usuario en X (antes Twitter).

El caso Albanesi pone en evidencia las falencias de un modelo que prioriza la desregulación y la confianza ciega en el mercado. La falta de controles, la exposición de los fondos públicos a inversiones riesgosas y la ausencia de una política energética coherente son síntomas de un gobierno que, en su afán por reducir el Estado, termina desprotegiendo a los ciudadanos.

La crisis de Albanesi no es solo un problema empresarial. Es un llamado de atención sobre las consecuencias de un modelo económico que, en lugar de fortalecer al Estado y proteger a los más vulnerables, los expone a los vaivenes del mercado y a las decisiones de empresarios con antecedentes cuestionables.