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Orrego vs. uñaquismo: el cruce por la situación financiera de San Juan

El debate por el estado real de las cuentas públicas en San Juan volvió a encenderse tras las declaraciones del gobernador Marcelo Orrego, quien afirmó que la gestión peronista dejó un “desastre financiero” en la provincia. La respuesta del justicialismo no tardó en llegar, y lo hizo presentando cifras y defendiendo dos décadas de equilibrio fiscal. El cruce dejó expuestas dos miradas completamente opuestas sobre la herencia económica.

La postura de Orrego: “San Juan quedó en terapia intensiva”

En declaraciones recientes, el gobernador Marcelo Orrego aseguró que recibió una provincia en “situación grave”, con un nivel de endeudamiento y desorden financiero que, según él, obliga a una administración austera y profundamente planificada.

Orrego afirmó que el peronismo dejó “un desastre financiero” que su equipo debió comenzar a ordenar desde el primer día de gestión. Junto al ministro de Hacienda, Armando Gutiérrez, comparó el estado de las cuentas públicas con un paciente “en terapia intensiva”, y señaló que la deuda total —entre deuda pública, deuda flotante y obligaciones por obras— superaba ampliamente los activos disponibles.

En su discurso, el gobernador insistió en que su administración trabaja bajo un modelo de planificación estricta, donde cada obra provincial se inicia recién cuando hay garantías de financiamiento. “Nosotros no improvisamos”, sostuvo, remarcando que este ordenamiento permitió alcanzar nuevamente el equilibrio fiscal durante su primer año de gobierno.

La respuesta del peronismo: “Datos, no relatos”

Desde el justicialismo provincial —incluido el ex gobernador y actual senador Sergio Uñac— respondieron con dureza. A través de un extenso comunicado titulado “Datos, no relatos”, aseguraron que Orrego apela a acusaciones falsas para justificar decisiones de gestión propias.

Según el peronismo, cuando entregaron el gobierno en diciembre de 2023, San Juan tenía:

Un respaldo financiero de 148 mil millones de pesos, incluyendo fondos disponibles y un Fondo de Reserva Anticíclico de casi 70 mil millones.

Un nivel de endeudamiento bajo, ubicado entre el 1% y el 2% de los recursos corrientes netos, muy por debajo de los límites nacionales.

Veinte años consecutivos de equilibrio fiscal, incluso en períodos de recesión económica.

Un superávit financiero equivalente al 0,6% del Producto Geográfico Bruto a fines de 2023.

Pagos al día a estatales, con aumentos mensuales y cláusula gatillo para no perder con la inflación.

Más del 15% del presupuesto destinado a infraestructura, lo que —según destacan— permitió construir hospitales, escuelas, rutas, viviendas y obras productivas.

Además, cuestionaron al gobernador por hablar de “desastre” mientras, según ellos, “no se licita una sola casa desde 2023, no se entrega el FODERE en tiempo y forma a los municipios y no se actualizan los salarios estatales acorde a la inflación”.

“Se gobierna con gestión, no con falsedades que buscan desinformar”, remarcaron desde el PJ, invitando a revisar los datos oficiales del Ministerio de Hacienda y los informes del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).

Dos lecturas políticas de una misma provincia

El cruce entre Orrego y el peronismo expone dos visiones opuestas sobre la situación financiera que atraviesa San Juan:

Para el gobernador, la herencia fue crítica y obligó a un reordenamiento profundo.

Para el peronismo, el relato del “desastre” es una construcción política que no se sostiene con datos oficiales y busca tapar falencias actuales.

Este debate —que ya es público y se amplifica en redes y medios— marca un nuevo capítulo en la disputa política provincial, donde la economía se vuelve el terreno central de confrontación y de construcción de legitimidad.