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MAS LEJOS DE LOS INTERESES NACIONALES Y POPULARES

La inflación continúa siendo un problema grave para la economía del país y del pueblo argentino. En el desarrollo sin parar de la misma está la respuesta, en parte, de los recientes cambios en el gabinete nacional. Cambios que tienen que ver con el debate sobre la orientación de la política económica del gobierno. El Frente de Todos está atravesado por estas discusiones. Pero hay que aclarar que no es el debate político el que entorpece nuestra economía, sino que es el plan económico de Fernández y Guzmán el que, por sus resultados contrarios a los intereses del pueblo, genera un profundo debate interno en el gobierno, en el Frente de Todos y en el seno de las grandes masas.

Por Alberto I. Agüero-P. Federico Suero

Una gira oportunista y anti soberana

La gira presidencial por Europa tuvo como principal objetivo ofrecer alimentos y energía en el marco de la guerra producida por la invasión de Rusia a Ucrania. Materias primas que se han vuelto sumamente cotizadas en el mundo por su escasez.

Ucrania, que, junto con EEUU, Rusia y nuestro país, es uno de los principales exportadores de trigo y otros alimentos del mundo, se ha retirado del mercado mundial producto de la guerra, generando una situación contradictoria. Por un lado, delicada para el mundo porque podría producirse una fuerte hambruna, y por el otro es cuasi beneficiosa para los países productores de alimentos ya que se abren excelentes posibilidades de comercialización de los granos a mayor precio. En pocas palabras, algunos se beneficiarán de la desgracia ajena.

Por esta razón, durante el viaje el presidente ofreció nuestros recursos naturales a Europa, principalmente alimentos y energía, colocándose de esta manera del lado de las potencias pro OTAN y se ha sumado a la agenda de Joe Biden para la realización de la Cumbre de las América para principios de junio, con países americanos excluidos. Esta alineación le ha permitido a Alberto Fernández “ganarse” la invitación de Olaf Scholz, canciller de Alemania, para participar el G7 (Grupo de las principales potencias imperialistas de “occidente”)

Para concretar la venta de nuestros recursos energéticos, el gobierno en forma presurosa, anunció un nuevo régimen cambiario para las petroleras, flexibilizando por decreto el cepo financiero a las empresas del sector para que fortalezcan su producción de hidrocarburos y de esa manera exportar más. Una medida que no tiene como objetivo resolver la escasez interna y bajar precios de tarifas de la energía. Estas actitudes del gobierno alejan a Fernández cada vez más de los intereses de un proyecto nacional y popular.

En ese sentido, la gira de Alberto Fernández no tuvo un sentido de intercambio humanitario con el cual aportar en el marco de un escenario tan complejo a nivel mundial, sino la búsqueda desesperada de dólares. Se podría pensar que en el marco del sistema capitalista este accionar es algo lógico, pero el tema central es para que se utilizaran esos dólares. No es lo mismo usarlos para el ahorro interno, que nos permita industrializar el país y para que el Estado tome el control de la producción y comercialización de los principales recursos naturales estratégicos, que permita desarrollarnos de forma armónica auto sostenida y soberana, que usarlos para cumplir con las exigencias del FMI por la estafa macrista.

A su vez esta supuesta “oportunidad” que se abre para los países productores de alimentos en el mundo, para los argentinos se convierte en un grave problema, ya que al estar monopolizada la producción y exportación de alimentos, lo que sucede es que al aumentar la demanda y el precio en el mercado internacional, esos precios se trasladan también al mercado interno agravando el proceso inflacionario. Esto provoca que, a los aumentos salariales, de las jubilaciones, programas sociales, etc., se los termine devorando el aumento de los alimentos agravando la situación de pobreza que viven millones de familias.

Esta situación de por si delicada se agrava con el decreto que elimina el “cepo” a las petroleras, porque se va a producir un fenómeno por el cual los dólares que entren producto de la venta de alimentos no solo se los llevara el Fondo, sino que también serán usados por los monopolios petroleros, que los compraran al tipo de cambio oficial, es decir a 117 pesos, para adquirir bienes de capital. El gobierno procede de esta manera al revés, en vez de exigir a las petroleras y otras empresas que hicieron negocios fugando los dólares que adquirieron durante el macrismo, para que los repatrien y los utilicen para hacer este tipo de operaciones comerciales, Fernández y su equipo económico decide subsidiarlos. Se discute en el Senado de la Nación un proyecto de ley presentado por el Senador Parrilli que apunta en este sentido.

El debate en el Frente de Todos

Este es el debate real por el que atraviesa al Frente de Todos y el gobierno. Existe un sector que propone que la deuda la deben pagar quienes fugaron los dólares que entraron de la mano de Macri y el FMI, y otro sector que propone hacer concesiones a los monopolios y a los terratenientes para intentar dejar conforme al Fondo.

En síntesis, estamos los que proponemos, como nuestro PTP-PCR, que los dólares de las exportaciones agrícolas se utilicen para generar empresas estatales e industrializar el país, los que proponen repatriar los dólares fugados y los que empujan quedar bien con los grandes empresarios para poder pagarle, aunque sea los intereses, al FMI.

La renuncia el lunes pasado de Roberto Felleti a la Secretaria de Comercio de la Nación, es un indicativo de esta puja de modelos. Felleti fue removido junto con la Secretaria de comercio del Ministerio de la Producción a la órbita del Ministerio de Economía. Es decir, cualquier política de control de cuáles son los costos de producción de las grandes empresas y su relación con los precios, con este cambio quedo descartada.

A su vez la negativa de aumentar las retenciones a las exportaciones de granos que manifestaron Alberto Fernández, Martín Guzmán y el Ministro de Agricultura Julián Domínguez, deja prácticamente sin margen de maniobra cualquier intento de regular el precio de los alimentos.

Alberto Fernández no se puede hacer el distraído. Con la firma del acuerdo con el Fondo tuvo una actitud antinacional, ahora con estas nuevas medidas vuelve a incurrir en lo mismo, a su vez refuerza y le da poder al Martin Guzmán, el hombre que ha llevado adelante este plan económico que en realidad es el plan económico del Fondo Monetario Internacional.

En una reciente entrevista el Ministro Guzmán dijo que no se deben aumentar las retenciones porque Argentina necesita exportar más para hacer frente a los compromisos de la deuda, y en cuanto a la situación de deterioro laboral y precarización dijo que se necesitaban muchos años para solucionar este problema. Ósea que para el ministro los trabajadores deben esperar muchos años para estar mejor, mientras los monopolios generan cada vez mayores ganancias con la pandemia o con la guerra. Pero en realidad lo que favorece a los monopolios es la política antinacional de Fernández y Guzmán.

La grieta histórica

EEUU, con su peso en el FMI, nos condiciona para alinearnos en su estrategia de volver a fortalecer sus influencias en Latinoamérica. Y el gobierno argentino cede a la presión. Al contrario de lo que hacen los mandatarios de México, Bolivia y Honduras con el boicot a la Cumbre de las Américas de Biden, de la que se pretende excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua, el presidente Fernández ya anuncio su participación.

No es el debate político para decidir el rumbo de la economía y del país lo que genera más inflación, como dice el Ministro de Economía, Martín Guzmán, sino que es el proyecto económico de Fernández, que ha terminado de tomar forma con el acuerdo con el FMI desechando todas las propuestas por las que el Frente de Todos fue electo en el 2019, lo que enrarece el ambiente político.

Esta política termina acercando peligrosamente al gobierno a los sectores de las clases dominantes, a los monopolios y terratenientes que el pueblo echo en el 2019 con el voto al Frente de Todos. Esta política económica esta echa a pedir de boca de las clases dominantes, no solo es una conciliación, sino que se hace a medida de los monopolios priorizando a los sectores exportadores en detrimento de la industria nacional y estatal.

La grieta que se expresa en el Frente de Todos es en realidad reflejo de la puja histórica que existe en nuestro país entre los sectores que pugnamos por un proyecto verdaderamente nacional y popular y los que por el contrario se congracian con los sectores de la anti patria.

Caso similar ocurre en San Juan con la decisión de Sergio Uñac de otorgarle a los monopolios mineros la posibilidad de la compensación de las obras de infraestructura energética, con las regalías mineras. Estas obras que las benefician y son necesarias para el desenvolvimiento de sus empresas para extraer los recursos naturales, en este caso el cobre, se harían con el dinero de las regalías que le corresponderían a la provincia. En síntesis, el gobierno de la provincia les está ayudando a mineras a que nos roben. Es preciso decir que Uñac es una de las únicas apoyaturas de Fernández en las provincias. Como quedó en evidencia al ser el único gobernador asistente al acto que organizo la UOCRA en apoyo del presidente al regreso de su gira por Europa.

Esta decisión de Uñac fue aprobada por 23 de 36 diputados de la legislatura provincial, con la oposición del sector del justicialismo denominado “Lealtad Justicialista” y de los diputados de Juntos por el Cambios que quedaron a la izquierda del “uñaquismo”. Esta iniciativa del ejecutivo provincial es una verdadera muestra de entrega y sumisión ante los monopolios mineros por simples migajas.

En un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo debemos retomar el camino que nos legaron los patriotas de “Mayo” y bregar por una nación libre de toda dominación extranjera, sin amos viejos ni amos nuevos. En ese sentido es necesario convocar desde las fuerzas populares, desde nuestro querido PTP-PCR, a conformar un gran frente nacional que retome las banderas del Frente de Todos y empuje un cambio de rumbo de la política del gobierno nacional, empujando la lucha contra el ajuste de Fernández, Guzmán y el FMI, a la vez que enfrentamos el avance, que esta política posibilita, de los sectores reaccionarios de derecha como los Macri y Compañía.