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PAN Y CIRCO

La consigna, entretener a la plebe, motivos varios. Pero para lograrlos se necesita de actores de reparto que llamen la atención, que generen en el público espectador la sensación de saciar el morbo.

Es el circo que entretiene, que complace, que distrae, que engaña, donde los personajes de reparto son sometidos a las bestias y descuartizados. En este marco, la república pierde sentido, lo que interesa es el entretenimiento.

Pero el entretenimiento tiene una lógica, ocultar, soterrar, solapar los hechos de la realidad, como si fueran de otra dimensión que nos llevan por caminos cósmicos a ninguna parte y que de repente se cristalizan, se visualizan y se transparentan. Cuando esto sucede ya es tarde, el tiempo se consumió, el agua se escapó entre nuestras manos, con la imposibilidad de recuperar todo lo perdido.

Ahora, el entretenimiento que se les ofrece a este “pópulos”, necesita de presentadores del espectáculo, que son los bufones y payasos de los señores feudales, pintados de mil colores y con vestimenta acorde al evento.

Este circo tiene una particularidad, funciona las 24 hs. del día, con tanta insistencia que si estamos ya por irnos a dormir nos encontramos con un presentador, que con su equipo de colaboradores hablan del pasado, que destrozan sin piedad, donde la consigna es la democracia pero en su equipo de trabajo no se cuenta con una voz disidente. La mayoría de los panelistas son del Grupo Clarín, y cuando se dignan en llevar un invitado con una mirada distinta, interrumpen ladrando como perros hambrientos, no permitiendo el desarrollo de la idea.

Algo parecido sucede cuando estamos por cenar. El presentador se pone en un lugar inmaculado “donde se expresan todas las voces”, pero él no escapa a la lógica del sistema tan bien ideado, de conducir para ocultar lo que pasa en frente de nuestras narices.

Cuenta con otra particularidad que es la “doxa” (opinión) que tanto mal le hace al conocimiento. Siguiendo a Platón, realmente es la expresión del típico circo romano. Remembranza en mí al programa humorístico de “Hablemos sin saber”. También se cuenta con la participación estelar del periodista deportivo, que brilla por su supina ignorancia, poniéndole la cuota de sarcasmo al programa.

Los domingos contamos en nuestro momento de ocio con un circo un poco distinto, pero con el mismo fin: distraer. En los casi dos años de gobierno que lleva la nueva gestión todavía sigue buscando y aportando documentaciones de la ruta del dinero K. Claro que es importante tener presente hechos de corrupción y espero que si la justicia comprueba los delitos por los cuales varios funcionarios del gobierno anterior son acusados, terminen por largos años detenidos y cumpliendo su condena.

Ni hablar del show mediático que monta en canal 13 con el creador de la grieta. Con una espectacular puesta en escena, buscando corrupción en cualquier pueblito recóndito de nuestro querido país. Podríamos seguir describiendo a cada uno del elenco estable del grupo, la lista sería interminable.

¿Está bien buscar la verdad en los hechos de corrupción? Por supuesto que sí, pero la pregunta que debemos realizarnos es si ¿Es lo único que pasa? ¿O es una cascada que bajo sus aguas oculta una cueva con oscuros intereses?

Hay una autocensura que responde a los logros personales de cada uno de estos personajes. Es el dinero que logra corromper, como el claro caso del personaje estrella que tiene el 13 los días domingo, no hace muchos años opinaba y pensaba totalmente distinto y denunciaba a sus actuales patrones. Carl Marx lo expresa en sus escritos de juventud en la “Gaceta Renana”, “…es cierto que el escritor debe ganarse la vida para poder existir y escribir, pero no debería existir y escribir para ganarse la vida. La primera libertad de la prensa es estar libre del comercio”.

Es tan perverso el engranaje y de tanta claridad que obnubila, ciega, encandila y no permite ver la realidad, sigue entreteniendo y los bufones y payasos continúan con sus libretos muy bien guionados. Lo importante es que se invisibilice lo que pasa por nuestro ojos.

La verdad se encuentra maquillada por un velo de estética que está vacío de contenido, es producto de un ensueño que cuando prendemos la televisión o leemos un diario antes de salir de nuestras casas, los medios nos enseñan a mirar de una manera, tras un prisma que deforma nuestra realidad y realizamos una interpretación de las imágenes totalmente distorsionadas.

Se genera un nihilismo práctico, negamos la existencia de lo cotidiano y lo visible, siguiendo a Nietzche “es preferible que nada sea cierto antes de que usted tenga razón”, donde la apariencia que es lo no existente, se transforma en realidad y verdad irrefutable.

¿Y el incremento de la pobreza de dos puntos? ¿Del descontrolado aumento de la deuda pública que rondan los 70 mil millones en estos dos años, empezando a afrontar los servicios con un promedio del 7% anual? ¿Cuáles son los factores que determinan la caída del PIB? ¿Qué sucede con la indiscriminada entrada de productos del exterior? ¿Qué pasa, que se pierden a diario puestos de trabajos y llegamos a un total de 70000? ¿Qué sucede con un país donde los bancos ofrecen intereses mayores al 20%? ¿Qué Pasa con un banco central que emite LEBAC con un rendimiento en dólares del 27% anual?

Estamos en problemas serios, mientras nos entretienen en forma gratuita, el país se va de bruces y los medios que contratan a bufones y payasos que se encargan de que pongamos la mirada sobre otro escenario. En algún momento, parafraseando a Nietzche, vendrá la rebelión del coro.

Lamentablemente será tarde.

Lic. Hugo Romero