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El drama de la economía argentina

POR UN NUEVO DESARROLLO PRODUCTIVO

Protagonismo Popular

El Momento Político

Sigue la crisis, sigue la misma receta. El drama de la economía argentina se bambolea entre dos escenarios. En una semana el gobierno logra estabilizar el dólar con mucho esfuerzo para las reservas del Banco Central con aumento de tasas de interés, y ahí salen los ministros, economistas, analistas y periodistas amigos, contentos, a anunciar el fin de la crisis y el comienzo de una etapa de mejoras y crecimiento. Pero a la semana siguiente vuelve a dispararse el dólar, a subir la nafta, las tarifas, a cerrarse empresas, y automáticamente los mismos ministros piden ajustes a las provincias y a municipios y anulan el fondo de la soja. Por otra parte, los tribunales y los medios se llenan de denuncias contra funcionarios del gobierno anterior.

Para quien sigue todo esto por televisión, puede resultar un show muy entretenido, pero para quienes están cayendo día a día en la pobreza, porque sus ingresos están estancados, o aumentan muy poco, mientras la inflación no tiene límites, la situación es desesperante y quiere soluciones inmediatas.

Parte de las soluciones inmediatas tienen que ver con lo que proponen las organizaciones sociales y sindicales como la Corriente Clasista y Combativa, que gestionaron la ley de emergencia social y ahora reclaman su completa ejecución. El gobierno de Macri, como parte de sus ajustes, está sub ejecutando el presupuesto e incumpliendo la ley de emergencia aprobada en 2016. Además, como se expresó en un plenario nacional de dirigentes de desocupados y precarizados de la CCC, realizado este fin de semana en la provincia de San Juan (ver nota aparte), decidieron que los gobiernos provinciales y municipios presten el decidido apoyo a las organizaciones sociales para que las unidades productivas que coordinan avancen en crecimiento y su calidad y cantidad de trabajo, para ello los gobiernos deben destinar partidas para comprar parte de su producción.

El proyecto político

No obstante, estas luchas, y las que se generan reclamando por el incremento salarial, las se oponen al aumento de las tarifas y los precios, hoy está a la orden del día la discusión del proyecto político que debe reemplazar al gobierno de cambiemos y que medidas debe tomar para sacar al país y la provincia de la crisis. Los medios de difusión hacen desfilar día y noche a posibles candidatos, pero muy pocos representan el interés del pueblo ya que no hablan de que medidas económicas es necesario tomar para cambiar la situación.

Podemos salir de la pobreza con ahorro interno

El domingo en un programa periodístico de C5N, Mercedes Meier, Diputada del PTP en Santa Fe, dijo una gran verdad: “estamos preocupados por el dólar, pero los puertos del Rio Paraná, salen diariamente millones de dólares en forma de soja que no retornan al país”. Ese es el problema de la argentina, los dólares están, pero en manos de grandes corporaciones cerealeras (ver nota aparte), mineras, petroleras, de servicios energéticos y telecomunicaciones, etc. y esas empresas lo sacan permanentemente al exterior. Mientras tanto el Banco Central debe tomar deuda con muchos intereses, deuda que vamos a pagar todos los argentinos, para mantener las reservas de dólares.

Por lo tanto, un gobierno popular que tome algunas medidas mínimas para cortar el drenaje de dinero hacia el exterior, como obligar a depositar las exportaciones en el país, segmentar las retenciones al campo o aumentar las regalías mineras y petroleras, ya tiene el problema de las fianzas resuelto. El otro gran paso es la industrialización.

La política de los gobiernos argentinos, desde la dictadura militar en adelante, tuvieron como centro la desindustrialización del país, y la primarización de la economía. Primarización hace referencia a la producción de materias primas, sin mucho valor agregado, que es consumida en el mercado internacional por países industrializados que le agregan valor y la vender con mayores ganancias. En resumidas cuentas, hoy los argentinos vendemos agricultura y minería, y compramos tecnología.

En San Juan, principalmente durante el gobierno de Escobar y de Gioja, la producción retrocedió a la pura extracción de materias primas y su exportación por medio de empresas privadas. Salvo las promociones industriales, que al final de cuenta resultaron políticas de corto plazo para la radicación de ramas de producción, en la provincia no se generaron polos de producción autónomos y pujantes. Uñac continúa con el mismo esquema.

Por supuesto que los defensores del proyecto extractivista dicen que la mega minería generó trabajo a través de los servicios. Situación real, pero que es insuficiente para el desarrollo de la provincia por tres cuestiones de fondo.

En primer lugar, porque los servicios siguieron demandando bienes que eran importados, por lo tanto, la adquisición de estos continuó con la tendencia al drenaje de dinero en la provincia. Lo mismo pasó con los salarios, que en su gran mayoría fueron gastados en supermercados y cadenas comerciales extranjeras y, por lo tanto, nuevamente terminaron fuera de la provincia.

En segundo lugar, la extracción de las materias prima, por decisión de las políticas de gobierno, no dieron lugar a otras industrias, para agregar valor a la materia prima, o para la fabricación de maquinaria.

Y en tercer lugar, y principalmente, el proyecto minero no ayudó al desarrollo de San Juan, porque fue realizado de la mano de empresas como Barrick o Yamana, que son monopolios internacionales y por lo tanto sacan las ganancias de los proyectos y las llevan a sus casas centrales.

El gobierno popular debe poner en marcha un proyecto de industrialización, que es el único que puede sacar de la pobreza a nuestra provincia. El mismo debe comenzar por agregar valor a lo que ya se produce, bajar las tasas de interés para que los empresarios sanjuaninos puedan invertir, y trazar un plan de desarrollo que apunte a transformar nuestra economía a largo plazo.

Con la política de Macri y gracias al proyecto de la provincia, el aumento del dólar trae alivio a los exportadores, principalmente a los monopolios que ya compraron, por ejemplo, el vino, a precios viejos y ahora lo quieren vender con precios de nuevo dólar. Pero, por otro lado, es un dolor de cabeza para los campesinos pensar en la próxima temporada por el valor de los fertilizantes, semillas y pesticidas. Ni hablar de otras ramas que dependen de la importación de insumos como la textil.

Los gobiernos provinciales como el de Uñac, ponen esperanzas en la obra pública, para generar actividad económica y paliar la crisis. Pero en las condiciones antes descriptas las obras públicas son gastos del estado que generan más inflación y dependencia por las deudas con las que se pagan. Mas si esas obras no son acompañadas con emprendimientos productivos.

Pero los defensores del gobierno pueden decir que los diques producen energía. Pero el problema está, nuevamente, en que esa energía no está puesta al servicio de un proyecto industrial y simplemente es un negocio para las empresas transportadoras y distribuidoras que tienen más energía para vender en el mercado a quien pueda pagarla. O sea que, con dinero de los sanjuaninos, producimos más energía para que gane dinero Camesa y Energía San Juan, que no invierten ni un centavo.

Es posible otro proyecto

Algunos dirán que estas críticas son puras palabras y que estas propuestas no se pueden realizar. Pero la prueba está, por ejemplo, en los trabajos que en pequeña escala realizan las cooperativas de desocupados que, sin recursos, sólo con el trabajo de sus integrantes, producen bienes y servicios.  ¡imaginemos si con esas experiencias un gobierno popular no podría poner en marcha otra economía en la provincia! A pesar de no tener ayuda financiera y sin promoción en la comercialización, las cooperativas demuestran de lo que es posible el pueblo si se libera de las ataduras de la dependencia y tiene una política acertada para realizar el trabajo.

Pero todo esto sería una utopía sin la presencia del estado como participe en la creación de valor y no sólo como elemento expectante. Debe estar presente con inversiones en la producción a través de fondos de una banca oficial y orientando y apoyando la comercialización de los productos y servicios.

El Partido del Trabajo y del Pueblo de San Juan, marcha a una asamblea provincia el 25 de agosto para afinar este programa de gobierno. Programa con el que va a ir a discutir con todas las fuerzas políticas que tengan intenciones de unirse en un frente democrático y popular para dar batalla en el terreno electoral y cambiar el proyecto extractivista que dirige la provincia desde hace muchos años.

Federido Agüero

de la redacción de Pp