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Las fuerzas políticas y los partidos políticos en el marco del proyecto de la 2ª reconstrucción


Proyecto Minero y hegemonía política

La historia de San Juan está plagada de ejemplo de luchas políticas constante, algunas incluso, terminaron en enfrentamientos armados y con el asesinato de gobernadores. Pero desde el año 2003, con la instalación del proyecto mega minero en la provincia, se abrió una etapa inusual de unidad en el bloque de clases dominantes. La interna del Partido Justicialista, que se definirá en las urnas este 15 de marzo, representa la primera discusión pública que enfrenta a sectores de las mismas y, debe ser analizado como expresión emergente de una crisis de la estructura económica provincial.


El proyecto mega minero se impuso en el marco de una de las recurrentes crisis del modelo agrícola-vitivinícola, que había intentado salir adelante poniendo proa en la exportación y la tecnificación del campo. La salida de la crisis nacional del 2001, fortaleció a un sector político que traía un nuevo proyecto: la minería metalífera de la mano de empresas extranjeras. Este grupo formó una coalición provincial que al poco tiempo, (en 2003), se hizo de la gobernación con José L. Gioja. El Dr. Avelín, exponente de la ‘Alianza’, quien luego de batallar toda una vida había llegado al gobierno de la provincia en 1999, no generó un proyecto superador al modelo bodeguero o de los diferimientos impositivos. Su caída sepultó las aspiraciones de sectores de terratenientes, campesinos y obreros rurales nacionalistas.


Al nuevo proyecto que lideraba José Luis Gioja ganó las elecciones a gobernador en el 2003, con el slogan “tengo las puertas abiertas en Buenos Aires”, recordándole a los sanjuaninos que la ruptura con el poder central era la causa de los atrasos salariales y la falta de obras en la provincia. No se podía romper con el «maleficio» de la centralización porteña, éramos, según nuestros gobernante nacionales parte de los «13 ranchos» del interior del país, como desde la revolución de mayo nos considera Bs. As. Los cinco meses sin sueldo de los estatales que llevaron a la caída de Avelín fueron una dura marca que todavía llevan los trabajadores de San Juan.


En las elecciones del 5 de octubre de 2003, que se realizaron en la provincia para elegir gobernador, si analizamos los frentes y fuerzas electorales participantes, observaremos sectores políticos bien definidos y expresión de proyectos y modelos disimiles para la provincia que, en el transcurso de 16 años de proyecto de la 2ª reconstrucción, varios se han disuelto y reabsorbido en la disputa interna de un solo partido: el Partido Justicialista, como Giojistas o Uñacista.


Estos son los frente que compitieron en el 2003 para las elecciones provinciales: José Luis Gioja y Marcelo Lima, por el Frente para la Victoria, en alianza con el Partido Intransigente obtuvo el 41,36% de los votos; Roberto Basualdo y Alberto Hensel, Frente Movimiento Vida y Compromiso 30,75%; Wbaldino Acosta y Julio César Conca, Frente Provincia Unida (Bloquismo, UCR, Actuar) 19,21%; Nancy Avelín Cruzada Renovadora 4,73%, el resto fue Dignidad Ciudadana; Alternativa Progresista (PS – ARI) Recrear para el Crecimiento y la Izquierda Unida (PCA – MST) en su última presentación. La participación fue superior al 77% y votos blancos 5%. El PTP, en consonancia con la posición nacional del partido llamó a votar en blanco.


En su primera gestión Gioja arregló los juicios de la obra pública (desapareció como por arte magia uno de los dos que se debían construir) y aprobó el discutido proyecto de impacto ambiental de Veladero. De esa manera logró unir en su alrededor a los empresarios de los servicios para la mega minería y la obra pública tradicionales de la provincia. Muchas empresas se reconvirtieron para brindar servicios a Barrick, que en esa primera etapa contrataba a empresas locales. Además, como la mega minería se restringió a la cuenca del Rio Jáchal, «no puso» en peligro los agros negocios en el Valle del Tulum, por lo que Gioja también sumó apoyo de los bodegueros, exportadores de uva en fresco, paseros, tomateros, etc.
En el 2005 la empresa Barrick presentó el primer lingote de oro en una fiesta muy particular. La realizó el 12 de octubre, el mismo día que comenzó la conquista de América, y reunió a todos los poderes constituidos de la provincia, en el Auditorio Juan Victoria, para rendirle pleitesía. Un frente de organizaciones ambientales, sociales y políticas que integraba el PCR, realizó una marcha ese día en repudio.


Con el proyecto Veladero en funcionamiento los números de la economía provincial se dispararon a niveles record de exportación (como se ve en nota aparte sobre la situación económica de la provincia). La promoción industrial aportó un impulso para el sector de alimentos, autopartes y textil. Mientras tanto los estatales siguieron cobrando salarios bajos pero pagado mes a mes el primer día hábil del mismo.


De esa manera Gioja, con el Frente para la Victoria, acompañado de Ruben Uñac- hermano del actual gobernador de San Juan, Sergio Uñac- ganó cómodamente las elecciones de 2007, con el 61,6% de los votos. Esta vez el frente sumó al Partido Bloquista y al MoViCom, que en la elección anterior fueron opositores, pero además se sumaron más organizaciones sin personería. La oposición electoral la lideró Basualdo con el Frente para el Cambio que sacó el 24%, la UCR y el MID sacaron el 2,5%, también se presentaron la Cruzada Renovadora, el PRO, el MST, Dignidad Ciudadana, Coalición Cívica y Concertación Popular, con escasa cantidad de votos. El PTP siguió oponiéndose a proyecto mega minero con la posición voto blanquista.


En el siguiente periodo de gobierno de José L. Gioja, se inició la construcción del campamento para el proyecto Pascua Lama. Las clases dominantes de la provincia cerraron filas en defensa del proyecto mega minero. Incluso la oposición basualdista- Roberto Basualdo es actualmente senador nacional por el macrismo- nunca investigó ni criticó el saqueo a los recursos naturales, y no enfrentó al mismo con otro proyecto. Solo criticó los sobreprecios de la obra pública. Algunos sectores agrícolas chillaron por la presión que ejerció el trabajo minero y los planes sociales en los aumentos de los salarios de los obreros rurales; por la caída de los precios y el trato desigual frente a la minería, pero los grandes exportadores salieron adelante por el lado de la tecnología y, por otro lado muchos pequeños vinateros y chacareros abandonaron la producción.


En el 2011, Gioja llamó a un plebiscito para reformar la constitución provincial y poder aspirar a un tercer mandato como gobernador. Esto lo llevó a enfrentarse con su hermano Cesar Gioja, que también tenía aspiraciones de ser gobernador. El Sí ganó y en la elección general la fórmula José Luis Gioja y Sergio Uñac, se impuso con el 68% de los votos. Luego siguió Basualdo con el 20%, Rodolfo Colombo con el 6%. En esas elecciones el PCR estaba en campaña por lograr la personería del PTP, pero de igual modo participó en el Frente opositor con la Cruzada Renovadora, el MST y el GEN.


En ese periodo se produjo el episodio de la caída del helicóptero durante la campaña para las legislativas nacionales del 2013. Durante el tiempo en que Gioja estuvo internado, Sergió Uñac dirigió la provincia manteniendo los acuerdos de su frente. Al regreso de su convalecencia, José L. Gioja le cedió el lugar en la formula como próximo gobernador para el turno 2015-2019.


En toda esa etapa se dio una unidad en el seno de las clases dominantes sanjuaninas, donde Gioja ordenó todo, desde su propio frente, hasta la oposición. Un partido histórico como es el Bloquismo, por carecer de un proyecto productivo distinto al de Gioja fue absorbido en una alianza con el PJ.

Los sectores disidentes del Bloquismo se juntaron con el Basualdismo, otra expresión del peronismo, pero tampoco expresaron criticas al programa giojista, y adoptaron posiciones políticas liberales con tibias denuncias de corrupción. La UCR en ese periodo ingresó en una etapa desintegradora, que ni el triunfo de cambiemos en el 2015 le ayudó a solucionar. La dirección de ese partido, desde Mario Capello hasta Hugo Domínguez, también vinculados a la actividad minera, desaparecieron de la actividad política. El resto de esa corriente se unió a otras fuerzas.


Fue un periodo donde prevaleció la unidad política de las clases dominante en defensa del proyecto mega minero, y de las agro-exportaciones como estandartes. Desde la oposición el basualdismo ocupó lugares claves como el tribunal de cuentas de la provincia o el SEGEMAR, en los cuales no realizó cuestionamientos a ninguna arista del proyecto.


La crítica al proyecto quedó en manos de organizaciones ambientalistas que muchas veces parcializaron sus críticas por el uso del cianuro y la contaminación del agua. Y de los sectores que desde posiciones patrióticas y populares criticamos el saqueo mega minero, por todas las prerrogativas que se les otorga a las empresas extranjeras, pero quedamos en minoría y en ocasiones aislados. Excepto durante los derrames de cianuro en el 2015, en el que masivamente se movilizó el pueblo de Jáchal, las manifestaciones contras el proyecto mega minero nunca fueron masivas en San Juan.


La actual interna del Partido Justicialista, en cierto modo podría asemejarse a la disputa entre los hermanos Gioja en el plebiscito del 2011, ya que no pone en discusión un modelo económico sino la conducción del mismo. Pero también es distinta porque rompe con más de 16 años de unidad dentro de ese partido. Son discusiones que no están fuera del modelo, pero expresan alineamientos políticos distintos. Uñac no hizo mala cara a los acuerdos con Macri y coqueteó con Lavagna, mientras que Gioja se mantuvo firme en la idea de unir a todos los sectores del peronismo en el proyecto.


Está en juego quien va a conducir este justicialismo y con ello una gran cantidad de negocios en relación al Estado, desde los servicios públicos hasta la construcción, pero no el rumbo del proyecto que sigue mirando al exterior y buscando cobijo entre los proyectos de las burguesías imperialistas.

Por Federico Agüero