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Los «Cayetanos» se movilizan el 7 de agosto por techo, tierra y trabajo

1- La lucha contra el coronavirus

Cada mes la pandemia castiga más duro al pueblo. Crece sin parar en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, y se extiende en Jujuy, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Río Negro, La Pampa y La Rioja. Son 206.743 los contagiados, 94.129 los recuperados y 3.683 los fallecidos al 4 de agosto.

Hay pasos positivos que muestran la capacidad de la ciencia, la tecnología y la producción nacional: los test producidos por el Conicet, el tratamiento con plasma de enfermos recuperados, el suero de plasma de caballo, barbijos y máscaras.

Por lo tanto, la lucha contra la pandemia sigue siendo el centro de la política, las finanzas y la economía nacional. Es la lucha por la vida.

2- El mundo de la pandemia

En el segundo trimestre de este año, la economía de Estados Unidos se desplomó un 32,9%. Peligroso para el mundo: ante las crisis, el imperialismo norteamericano provoca guerras. La pandemia, la crisis económica, y sobre todo las grandes luchas contra la violencia policial y la opresión racial golpean a Donald Trump; las encuestas lo dan perdedor de la próxima elección el 3 de noviembre, y Trump intenta postergarla.

También China está golpeada por la crisis, con el cierre de actividades por el coronavirus. Frente a las masivas movilizaciones populares en Hong Kong, el imperialismo chino le impuso una ley fascista de represión y cárcel.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, anunció en su gira europea la decisión de su gobierno de conformar una amplia alianza antiChina.

Los países imperialistas afilan sus espadas agudizando la disputa por la hegemonía mundial y descargan sus crisis sobre los pueblos y naciones oprimidas.

Ahora el gobierno golpista de Bolivia vuelve a postergar la fecha de las elecciones mostrando que están dispuestos a cualquier cosa para que no vuelva a ganar el MAS de Evo Morales. En Chile, su presidente Sebastián Piñera armó un gabinete con pinochetistas y defiende la Constitución de Augusto Pinochet. Mauricio Macri viajó hace unos días, primero a Paraguay, en plena cuarentena, para conversar de negocios y de la situación de la región con el ex presidente Horacio Cartes y con el actual presidente Mario Abdo, y luego a Francia con su familia. En Brasil, Jair Bolsonaro sigue con su política reaccionaria y sus Fuerzas Armadas han puesto ahora como principal hipótesis de conflicto una disputa en la frontera de Venezuela, siendo funcional al objetivo de Estados Unidos.

En Argentina, Estados Unidos trata de imponer su receta: pagar la deuda con el hambre del pueblo. Y que el país sea parte de su estrategia en la región.

En ese contexto China ofrece renovar la deuda. Pero su propuesta viene atada a construir tres centrales de energía nuclear, lo que endeudaría a Argentina y ataría a la tecnología china. China también pretende montar aquí una masiva producción de cerdos, que arruinaría la producción porcina nacional.

El campesinado argentino, con una política que promueva la producción nacional, está en condiciones de multiplicar la producción de cerdos y vendérselos a China o a cualquier otro comprador que lo demande.

Una cosa es aprovechar la disputa interimperialista para que avance la lucha contra la dependencia y el latifundio, y otra es creer que la liberación nacional y social va a venir de la mano de atar al país a otro imperialismo (en este caso el chino), para enfrentar a Estados Unidos.

Como decían los patriotas de Mayo: Ni amo viejo, ni amo nuevo. Ningún amo.

3- Quién paga la crisis sanitaria, social y económica

El Gobierno nacional viene tomando medidas sanitarias positivas. Son insuficientes frente a la crisis. Faltan recursos para ampliar el operativo sanitario y evitar que el sistema de salud colapse. Para que esos recursos estén es urgente aprobar el impuesto a las grandes fortunas que crecieron con Macri.

La deuda con el FMI es impagable y fraudulenta. Esa plata fue a la timba financiera de Macri. Suspender el pago para investigarla, pagar la legítima, es el camino para recuperar lo que robaron y que los corruptos vayan a la cárcel.

Fracasó la negociación por Vicentin. Está comprobada la estafa al Banco Nación, a los productores y a otros.

Se cumple un mes de la lucha de los trabajadores de la Algodonera Avellaneda de Vicentin en Santa Fe, en defensa de los puestos de trabajo y por sus derechos. Y es necesario rodear de solidaridad esa lucha.

Se necesita estatizar Vicentin dando participación a productores, cooperativas agrarias, etc. Sería una herramienta nacional en el camino de acabar con la estafa del descontrol de los embarques de los granos que se exportan.

Con medidas como ésta se financiaría un plan de un millón de nuevas chacras que darían trabajo a más de un millón de jóvenes campesinos y originarios. Se revertiría el hacinamiento urbano, en camino a que la tierra sea un bien de trabajo agrario y de vivienda urbana, y no de especulación.

Frente a los juicios que lo condenan, Macri se fue de turista a Francia, dijo que ahí “se vive en libertad”. Emmanuel Macron, presidente de ese país, tiene un 8% de apoyo popular y frente a los paros y movilizaciones reprime duramente al pueblo. Esa es “la libertad” que le gusta a Macri. Coherente con esa política, Horacio Rodríguez Larreta no movió ni un agente de tránsito para controlar las violentas marchas en el Obelisco de los anticuarentena, pero mandó a la policía porteña a reprimir la marcha que pedía justicia a tres años del asesinato de Santiago Maldonado y por la aparición de Facundo Astudillo.

Macri y sus amigos siguen su campaña contra la cuarentena, atacando al gobierno de Alberto Fernández. Como dijo Juan Carlos de Pablo, el economista macrista: “La Argentina tiene dos problemas: la pandemia y el gobierno”. Es un sector de las clases dominantes poderoso, no hay que subestimarlos ni abandonar las calles.

4- El 7 de agosto: Por tierra, techo y trabajo

El 7 de agosto, los Cayetanos marchan a una gran jornada nacional en el cuarto aniversario de su fundación. La Corriente Clasista y Combativa, la CTEP, el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie van a las calles de todo el país, con las condiciones de seguridad que impone la pandemia en cada lugar.

La unidad de los Cayetanos nació en las calles enfrentando al macrismo hambreador y entreguista. Se construyó una fuerza nacional que estuvo a la cabeza de la lucha, peleó la unidad en las calles y es parte del Frente de Todos que derrotó al macrismo en las urnas.

Hoy los Cayetanos luchan contra la pandemia en cada barrio del país. Luchan contra el hambre y levantan la bandera de tierra, techo y trabajo para conquistar la Argentina que nos merecemos.

La profundidad de las crisis que padecemos, la disputa de las clases dominantes por la hegemonía y el crecimiento de la rebeldía de las masas, plantean la posibilidad de que se abran distintos escenarios y que haya cambios bruscos de la situación.

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FUENTE: PCR-HOY