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Opiniones EdeO: «EN NOMBRE DE LA CONSTITUCIÓN»

“hay que ir por el camino que la Constitución manda. Y para defender la Constitución ninguno de nosotros va a dejar de estar, hoy y siempre. Estamos a tiempo. Para defender el presente y para ganar el futuro”. Con esa frase Mauricio Macri terminaba su nota de opinión en el Diario “La Nación”. En la misma sintonía los sectores de la sociedad que marcharon hoy mostraban en sus manos la “Constitución” y pancartas que “exigían su cumplimiento”.
En general los derechos que se estarían violando según el ex Presidente y sus seguidores son: la libertad de expresión, la libertad de circulación, la propiedad privada y a “trabajar y ejercer industria lícita”.
En relación a los dos primeros lo paradójico es que “quienes denuncian” la falta de cumplimiento al derecho a la libre circulación y libertad de expresión justamente se estaban manifestando y circulando sin que el Estado lo impida, labre un acta o impute un delito. La realidad es que el derecho a la libre circulación se encuentra “restringido” en un escenario absolutamente excepcional y tal restricción es razonable.
Con respecto a la “violación” a la propiedad privada cualquier visitante extranjero desprevenido creería que el Gobierno confiscó propiedades a mansalva. La realidad es que no hay ninguna medida en contra de la propiedad privada más que en la imaginación de liberales fanatizados.
Con respecto al derecho a “trabajar y ejercer toda industria lícita”, derecho restringido por el aislamiento social y obligatorio, lo paradójico es que la manera de “ayudar” a todos los sectores de comerciantes, Pymes, profesionales etc. que no pueden trabajar sería mediante fondos públicos y recursos. La manera de obtenerlos es simple: Impuestos, y esos impuestos deben ser soportados por los que más tienen. Justamente los sectores liberales que reclaman medidas para con las pymes son los que se oponen a crear tributos para ayuda de ese sector. Prefieren que se “liberen” las restricciones y “mueran” todos los que deben morir, es decir liberalismo e individualismo en estado puro.
Otra de los pedidos realmente llamativos es el que funcione “la República” y la “división de poderes”. Reclaman esto quienes se oponen a que el Congreso funcione de manera virtual (Cuando la Corte Suprema de Justicia se encuentra funcionando virtualmente). Denuncian falta de división de poderes y se oponen a las medidas del Ejecutivo, se oponen al Congreso y se opondrán a la Justicia si los fallos no son de su agrado. En el fondo son como niños caprichosos que hacen berrinches por no poder tener lo que desean. Perdieron las elecciones y no lo soportan.
Critican los DNU y ellos abusaron del dictado de dichas normas. En la actualidad el contexto de emergencia y la necesidad de tomar medidas urgentes justifica el dictado de los mismos en términos generales. Por supuesto que hay que analizara cada DNU y es un tema que se puede discutir, sin embargo, que un gobierno que abusó de ellos (como la mayoría de los gobiernos) y que designó Jueces de la CSJN (Corte Suprema de Justicia de la Nación) por decreto venga ahora a criticarlos cuando el contexto es excepcional en el mundo es por lo menos un poco raro.
Levantan la Constitución “orgullosos” reclamando su cumplimiento, ¿Sabrán que la misma garantiza la participación en las ganancias de los obreros que “negrean” todos los días?
¿Sabrán acaso que la Constitución ordena reconocer la propiedad a las comunidades indígenas que se encuentran sobre sus campos?
¿Conocerán (quienes ya condenaron sin sentencia) que la Constitución garantiza el principio de inocencia y toda persona es inocente hasta que una sentencia firme diga lo contrario?

La actual Constitución fue impuesta a la fuerza por el gobierno de la Revolución Libertadora que suprimió por medio de una proclama la Constitución de 1949. Este hecho “omitido” o tratado “livianamente” por la mayoría de los juristas liberales es más que elocuente. Hoy nos rige una Constitución que NO FUE VOTADA POR UNA CONVENCIÓN ELEGIDA POR EL PUEBLO, sino impuesta por una de las dictaduras más sangrientas de nuestra historia. Esa es la Constitución que los “republicanos” exigen que se respete.
Pero como no pretendo plantear la “invalidez” de nuestra actual Constitución (que tiene plena vigencia), los manifestantes ni siquiera exigen el respeto “íntegro” o en su “totalidad”. No les interesa o mejor dicho (se resisten) a LA ENTREGA DE LAS TIERRAS a las comunidades indígenas tal como ordena nuestra Constitución en el Art. 75 inc. 17 (entre otras normas). Pero no solamente se resisten, sino que en muchos casos niegan la existencia misma de las naciones indígenas a quienes acusan de “chilenos”, “terroristas” o simplemente “impostores”.
Tampoco les interesa los derechos de los trabajadores consagrados en el Art. 14 bis que violan sistemáticamente y mucho menos uno de los derechos más omitidos y violados: el derecho de los trabajadores a “PARTICIPAR DE LAS GANANCIAS Y DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA EMPRESA”. Este derecho fue introducido paradójicamente por el gobierno militar en 1957 con el Congreso suprimido y el Peronismo proscripto, es decir fue introducido por los mismos sectores que hoy marchan (o por la mayoría). Tampoco se exige su cumplimiento.
Finalmente, el discurso “populista” de derecha de Macri convence a los más intelectuales de sus seguidores. La realidad es que en el fondo no interesa la Constitución, sólo golpear a un gobierno elegido democráticamente conforme lo establece aquella misma Constitución que las clases dominantes supieron imponer y que hoy utilizan oportunistamente.


Javier Alamino
Abogado
Docente – UNSJ