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LOS JÓVENES CHINOS VUELVEN A MAO

Los textos de Mao Tse-Tung volvieron a ser de los más leídos entre millones de jóvenes chinos. Los cinco volúmenes de “Las obras seleccionadas de Mao Tse-Tung” fueron los libros más prestados en la biblioteca de la Universidad de Tsinghua en Beijing, según su cuenta oficial. Los jóvenes suben constantemente fotos a las redes sociales leyendo los escritos de Mao. Arman círculos de lectura virtuales dedicados a sus obras, y suben a internet audios y videos con su pensamiento.

China es una potencia imperialista, y nadie se cree su fachada “socialista”. La superexplotación laboral se vive en todos los trabajos. El sueldo no alcanza para los gastos mensuales. Tener una casa propia es prácticamente imposible. La jornada laboral es de 12 hs, 9 de la mañana a las 21 hs (9 pm), seis días a la semana, y la llaman “996”. Jack Ma fundador de Alibaba (el portal de comercio electrónico más importante de China), declaró: “Si no trabajas 996 cuando eres joven, ¿Cuándo puedes trabajar 996?”. En respuesta a estas declaraciones dijo Xu Yang, de 19 años, “Los trabajadores son solo herramientas para hacer dinero para personas como él. Personas como Ma necesitan ser eliminadas física y espiritualmente. En las redes sociales se popularizaron hastags como “¿Morir por el país? Sí. ¿Morir por los capitalistas? ¡Nunca!”.

Los jóvenes trabajadores rehúsan ser “esclavos asalariados”, “ganado corporativo” o “perros de horas extras”, como se autodenominan en reconocimiento de la explotación que sufren. Bajo el nombre de Tang Ping, expresión que podría traducirse como “estar tirado”, se creó un movimiento en defensa del tiempo libre para dedicarlo al ocio y al descanso, que se popularizó rápidamente. “No quiero pasarme toda la vida trabajando como una rata” y otras expresiones similares representan el paradigma Tang Ping.

Pero la bronca no es sólo contra las empresas explotadoras. En algunas universidades, basándose en la lectura de los textos de Mao, se discute la unidad de los estudiantes con los trabajadores. “¿No ganó el proletariado la revolución?”, preguntó un estudiante.  Y reflexionó “¿Pero por qué los amos del país están ahora abajo mientras que los blancos de la dictadura proletaria están arriba? ¿Qué ha salido mal? La burocracia y el capital están muy integrados. Es poco probable que nuestra rebelión se detenga en los capitalistas”.

El PCCh difunde y defiende diariamente la “cultura del trabajo y del esfuerzo” que está “haciendo grande” a China. Los jóvenes reconocen la propaganda capitalista que realiza el PCCh desde los gigantes medios nacionales, y entienden el análisis de Mao de la sociedad china como una lucha de clases constante entre los oprimidos y sus opresores. Unos 600 millones de chinos, el 43 por ciento de la población, tienen sueldos de menos de 150 dólares. Cada día se leen en las redes sociales más cuestionamientos al PCCh por ser un representante de la clase capitalista.

En una nota publicada recientemente en el New York Times, un influyente joven bloguero chino declaró “Definitivamente volveré a leer las ‘Obras seleccionadas’ de Mao una y otra vez en el futuro. Tiene el poder de hacer que una persona que busca en la oscuridad vea la luz. Fortalece mi alma débil y amplía mi estrecha visión del mundo”. Su retrato es una insignia roja de Mao. Sus publicaciones se refieren a los altos precios de la carne de cerdo y la falta de dinero para sus facturas telefónicas. Cuando visitó el sitio del primer congreso nacional del Partido Comunista en Shanghai, escribió en el libro de visitantes, citando a Mao: “¡Nunca olvides la lucha de clases!”.

Muchos usuarios de redes sociales usan como presentación la frase de Mao “¿Quiénes son nuestros enemigos? ¿Quiénes son nuestros amigos? Esta es una cuestión de primera importancia para la revolución”. Muchos jóvenes reconocen que sus mayores enemigos son los capitalistas que los explotan. La lectura de los textos de Mao y sus enseñanzas animan a los jóvenes a seguir sus pasos y cambiar la sociedad china, y algunos incluso han hablado de violencia contra la clase capitalista, si es necesario. Mao Tse-tung es un héroe que entiende y habla de sus padecimientos y opresión como nadie. En las fábricas, muchos eligen convertirse en representantes de sus compañeros en los sindicatos. En los últimos años, el número de huelgas y conflictos laborales se ha multiplicado a números récord.

El reconocimiento de los aportes y la importancia de Mao no es exclusivo de los universitarios y trabajadores. En el podio de los Juegos olímpicos de Tokio, y desafiando las reglas dictadas por el Comité Olímpico Internacional, las ciclistas chinas Bao Shanju y Zhong Tianshi usaron pins de Mao en sus vestimentas, tras su victoria en la prueba de velocidad por equipos de ciclismo de pista.

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FUENTE: PCR-HOY