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Crisis sanitaria: Milei y una semana sin repelentes ni acuerdos con gobernadores

El gobierno de Javier Milei debió enfrentar esta semana una crisis que, temen, podría perforar cierto sector de la opinión pública inmune a identificar -por ahora- a los rigores de la economía con la gestión oficial.

Como sucedió con el escándalo por el aumento del 48 % del sueldo que se otorgaron en el Ejecutivo, el tema dengue y la falta de atención del Gobierno al brote, amenaza con golpear el humor de una parte del electorado que todavía apoya al libertario.

Es por eso que el ministro de Salud, Mario Russo, abandonó su letargo y se convirtió en el vocero de lo que en principio fue cierto inmovilismo por parte de la gestión, con reparto de responsabilidades a las provincias en el combate al mosquito y a la enfermedad, pero que terminó derivando en la flexibilización de la importación de repelentes o principios activos para fabricarlos.

El tema no parece menor por lo dicho. Los capitostes de la administración Milei identificaron que la crisis sanitaria propiciada por su inacción ya sorteó el blindaje mediático del que gozan en los medios concentrados y amenaza con convertirse en algo tan pernicioso para su imagen como el de los salarios del presidente y sus colaboradores.

La alusión a los gobernadores por parte del ministro llega en un momento en el que el tironeo de Milei con ellos parece no cesar. El llamado acuerdo de Mayo parece algo lejano cuando se piensa en el avance concreto de los elementos que lo componen. Durante la semana, el gobierno recibió a mandatarios dialoguistas e hizo circular un nuevo borrador de un proyecto acotado que reemplazaría a la Ley bases. Hubo observaciones acerca de casi todos los temas que fueron conflictivos en el primer proyecto y, por eso, su reemplazante no entró todavía al Congreso.

El Gobierno piensa que abril alcanzará para tratar el tema en Diputados y dejar en Mayo la decisión en el Senado. El 25 debería estar aprobado el proyecto para rubricar el tan meneado pacto. Pero, salvo por los legisladores del PRO que ya anunciaron que apoyarán sin condiciones, los demás tienen sus dudas.

En Hacemos coalición federal y el radicalismo desconfían de un texto que aún no conocen de modo oficial y tampoco están seguros de que los cambios que reclamaron, como sumar el capítulo laboral, se plasmen en el documento final. Mientras tanto, los gobernadores patagónicos reclaman por el enorme impacto que tendrá en sus poblaciones el aumento del gas, producto del tarifazo y de la licuación del subisidio por zona fría que decidió Luis Caputo.

A pesar de que se ha probado que los acuerdos con unos no implican los votos de otros, ni en el territorio ni en el Congreso se ven alicientes de ningún tipo para apoyar al ejecutivo. Mientras tanto, Milei sostiene su postura de redoblar la apuesta. Lo probaron los ruralistas que presionan para una nueva devaluación y encontraron la oposición cerril del presidente pero también hubo un mensaje para los legisladores. “Cada reforma que no me aprueben ahora, la aprobaré a partir del 11 de diciembre de 2025”, lanzó el presidente.

En La Libertad Avanza imaginan un éxito electoral estruendoso en las próximas elecciones y, más allá de imaginar alianzas electorales con el macrismo, quieren potenciar sus propias figuras en territorios en los que podrían competir con el PRO. Por eso este domingo se lanzará el partido en la ciudad con Karina Milei encabezando el acto.