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Los trabajadores se unen contra el ajuste


LUCHA SIN CUARTEL CONTRA LAS REFORMAS

Momento Político

Federico Agüero

Hay que ir a fondo contra el modelo. Ya es evidente que el problema está en discutir el proyecto económico político, porque tanto el liberalismo de Macri, como las versiones populistas, terminan en el mismo esquema, vender productos no industrializados a las potencias y garantizar a los “inversores” condiciones favorables para fugar capital.

La discusión de las reformas

En estos días, el gobierno nacional realiza febriles negociaciones con los gobernadores de las provincias para aprobar el paquete de reformas laboral, impositivas y previsional, denominada el ‘paquete del ajuste’. Está empeñado en aprobar ese paquete de leyes antes de fin de año. Para este objetivo se ha trazado un plan de trabajo minucioso y vertiginoso a la vez, que incluye un acuerdo extorsivo con los gobernadores, un apriete a los dirigentes sindicales y el hundimiento en la pobreza a los jubilados, pensionados y los beneficiarios de asignaciones universales que dependen de la ANSES.

El plan de Macri aparenta ser sencillo, esperar el 10 diciembre, momento en el que asumirán los nuevos senadores y diputados nacionales, ya que con la reconformación de las nuevas Cámara tendrá más ‘soldados’ propios para hacer aprobar las leyes. Pero como éllos no son suficientes, está empujando un acuerdo con los gobernadores provinciales, quienes en teoría son los que manejan al resto de los diputados no oficialistas.

Como ya es común en Macri, lanzó a los medios un borrador de proyecto que escandalizó a todo el mundo, desde los gobernadores, dirigentes sindicales y empresarios, para luego ir retirando partes de las medidas y hacernos creer que con ese juego todas ganan algo.

La jugada de Macri no es fácil

Como decimos más arriba, aparentemente la ‘solución’ es sencilla para el gobierno, pero no lo es, porque debe contar que en el camino está la decisión de lucha de las fuerzas sociales afectadas por el ajuste y las fuerzas políticas de la oposición que se preparan para no hacerle fácil la maniobra. El pueblo argentino cuenta en su acervo histórico con antecedentes de lucha contra los ajustes de la dictadura, el alfonsinismo, el menemismo y otros como De la Rúa, que intentaron lo mismo en su momento.

En el juego del gobierno hizo punta de lanza la gobernadora María Eugenia Vidal, con el reclamo de la actualización del Fondo del Conurbano Bonaerense, cuya resolución depende de la Corte Suprema de Justicia. Si el máximo tribunal fallara a favor de la provincia de Buenos Aires, que estrictamente hablando tiene razón en el reclamo, el resto de las provincias perderían millones de pesos en ingresos por cambios en la coparticipación federal.

Esto puso en alerta a los gobernadores, quienes además se vieron espoleados por la propuesta del gobierno nacional de eliminar el impuesto a los ingresos brutos, que para algunas provincias significa hasta el 30% de su recaudación. Y por el posible gravamen a las bebidas con azúcar o a los vinos, que por presión de las provincias estos últimos fueron excluidos.

Además el macrismo avanza en la baja de los impuestos a los electrónicos erizó al gobierno fueguino, a la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE) y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) que firmaron un acuerdo sectorial con el objetivo de mejorar la productividad y la competitividad de la industria y reducir los precios de la tecnología para los consumidores, no encontrando mejor forma que congelar el salario de los trabajadores por dos años. Uno de los beneficiados es el Grupo Mirgor, uno de los gigantes de las terminales que ensamblan componentes, y pertenece a la familia de Nicolás Caputo, el amigo íntimo del jefe de Estado y parte de la mesa chica de Cambiemos.

Esquilmar a los jubilados

Luego de la elección del 22 de octubre, con el resultado en la mano y con la propuesta de reformas como borrador, el gobierno nacional llamó a negociar a los gobernadores, quienes ya tuvieron una primera reunión el jueves pasado y el próximo se volverían a encontrar. La solución “salomónica” que va apareciendo es quitarle dinero a los jubilados para repartir entre las provincias. Así de sencillo.

El gobierno nacional propone que el 20% del impuesto a las ganancias que hoy va a la ANSES, pase a ser repartido entre todas las provincias, con algo más para Buenos Aires, en compensación por la no actualización el Fondo del Conurbano y la desaparición definitiva de este último.

En la actualidad, el impuesto a las Ganancias se coparticipa en un 64 por ciento. Del 36 por ciento restante, ahora reciben 2 por ciento el Ministerio del Interior, 4 las provincias sin Buenos Aires, 10 la Provincia de Buenos Aires con un tope de 650 millones de pesos y 20 por ciento a la Anses. El porcentaje correspondiente a la Provincia de Buenos Aires queda limitado a sólo 650 millones por lo que ese 10 por ciento en la práctica resulta “repartible” entre el resto de los rubros.

Por esta razón es que el paquete de Macri, incluye la ley de reforma previsional donde se cambia la forma de actualización de los haberes para jubilados, pensionados y  beneficiarios de asignaciones universales. Los dirigentes de jubilados calculan que con la reforma en el 2018, cada jubilado que cobra la mínima jubilación perdería 10 mil pesos de aumentos anuales.

Uñac no opina sobre el problema de fondo

Por supuesto que Sergio Uñac no opina públicamente del problema de fondo, hace hablar al ministro de hacienda Gattoni, que nada dice de los jubilados. Solo se jactan de que habrían logrado eliminar el impuesto al vino y que no le quiten a la provincia algo de coparticipación. Es algo más de la obsecuencia que muestra esta gestión provincial en las negociaciones con Macri. Uñac y sus periodistas adictos lo justifican porque así sacan una “moneda más” para la obra pública, pero esta es una idea equivocada, que traiciona las necesidades del campo popular y relega el federalismo.

Para el campo popular la única solución posible pasa por luchar para que no se apruebe el el paquete de leyes que Macri envió al congreso y pelear por una recomposición para los jubilados y avanzar en la presión popular para lograr el cambio de las política del gobierno.

Cuál es el verdadero objetivo del gobierno

Con las propuestas de reformas antes mencionadas, el gobierno de Macri pretende resolver el abultado déficit fiscal del Estado y resolver la caída de la actividad económica, particularmente de la industria que es la que más empleos genera, con inversiones extranjeras.

Con el ajuste a los jubilados, el aumento de las tarifas de electricidad, de gas, agua, etc. y el impuesto a determinadas producciones regionales, pretende achicar los gastos en el presupuesto nacional para mostrar al F.M. I (Fondo Monetario Internacional) que ‘estamos haciendo bien los deberes’ que nos exigen los capitales, que estamos en el buen camino.

Con las reformas laborales fundamentalmente avanzan sobre los convenios colectivos de trabajo, precarizan los salarios de todas las escalas, impulsan la disminución de las condiciones de despidos (indemnización), se entrometen en la disposición horaria de la vida de los trabajares, sometiéndolos a los vaivenes de la producción de las empresas, pero negándoles la participación en las ganancias, en síntesis arremeten contra lo que las patronales llaman ‘costo laboral’, de esta manera ‘crean’ (dicen) las condiciones jurídicas para la inversión de capitales extranjero y nacionales, que más que resolver el problema de la alicaída actividad económica crean la condiciones para la obtención de abultadas ganancias que luego estas mismas empresas fugan del país.

Mientras que todo esto pergeña en la actualidad M. Macri desde el gobierno de cambiemos para los trabajadores, jubilados, productores y las provincias que no son la Pampa Humedad; a principios de su gobierno a los productores de esta zona se los excluyó de las retenciones (que son impuestos a la ganancia diferencial extraordinaria) y, a las mineras del oro como la Barrick, beneficiándolos además con la devaluación del peso, lo que ha permitido qu el dólar haya pasado de $10 en 2015 a $18 en la actualidad.

Desde ya, La distribución de impuestos es un tema complejo en nuestro país, hay cargas gravámenes y tasas variadas a nivel nacional y provincial, y excepciones y subsidios de todo tipo. Esta situación es producto de una historia donde el desarrollo de las regiones siempre fue desigual y porque el federalismo que está consagrado en la constitución es una mera intención, que muere aplastado por la prepotencia de los gobiernos centrales, empeñados en beneficiar a los terratenientes de la pampa húmeda y a los imperialistas asociados a ellos.

Pero ningún gobierno, para solucionar los graves problemas económicos, ha puesto los ojos en cambiar el modelo exportador y metal mecánico que beneficia a los monopolios de las exportaciones de sojas y cereales que nos atan a un nuevo imperialismo: China y a las empresas mecánicas vinculadas con el Brasil. Y menos en resolver el problema de fondo que es la tenencia de la tierra, cuya propiedad está en manos de un puñado de latifundistas nacionales y extranjeros, como los Benetton en el Sur. Empresas que drenan a través de distintos mecanismo financieros los fondo necesario para la acumulación de capital que necesita la economía argentina.

El gobierno de Macri pretende recuperar esos fondos a través de distintos incentivos, como la ley de repatriación de capitales, que ha beneficiado a los capitalistas que fugaron dineros del país, incluido sus parientes. Pero como dice el dicho popular: ‘hecha la ley hecha la trampa’, porque los fondos ingresados por este motivo y los capitales que lo hicieron por la “confíanza” que despierta en el exterior la política económica de Cambiemos, fueron para aceitar los mecanismos de la bicicleta financiera. Los dólares se convierten en pesos y compran Lebacs o se ponen en plazos fijos con tazas interés exorbitantes del casi el 30%, mientras se mantiene ‘planchado el dólar. De esta manera no hay industria nacional que pueda producir.

Hay que ir a fondo contra el modelo

Ya es evidente que el problema está en discutir el proyecto económico, porque tanto el liberalismo de Macri, como las versiones populistas, terminan en el mismo esquema, vender productos no industrializados a las potencias y garantizar a los “inversores” condiciones favorables.

El proyecto popular requiere transitar el camino inverso. Garantizar salarios y poder adquisitivo a los trabajadores y jubilados, para potenciar el mercado interno y la industria nacional.

Con proa a este proyecto es que el PTP-PCR y los dirigentes clasistas y combativos del movimiento obrero están proponiendo la más amplia unidad para derrotar el paquetazo de Macri. Los dirigentes sindicales de la CGT ya manifestaron sus reparos con el proyecto, pero no es suficiente, es necesario alertar y movilizar al movimiento obrero y a los demás sectores sociales afectados.

Marchamos a un fin de año de lucha, donde se conjuga la resistencia a los tarifazos con la pelea por la continuidad de miles de subsidios a desocupados. Estas luchas las encaramos conscientes de que solo un proyecto popular garantizado por un gobierno de Frente Único Popular puede solucionar estos grandes problemas, para esto es necesario construir con lucha y unidad ese gran frente que derrote a los enemigos del pueblo como los Macri, abriendo el camino hacia una nueva sociedad, la socialista.

 

Dirigente obreros y de organizaciones sociales reunidos para unificar acciones contra las reformas del ajuste