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Arboleda: Un bien común vital y una cualidad de San Juan

La arboleda pública es fundamental para la vida urbana de San Juan y uno de los principales aspectos que la distinguen de otras ciudades del país.

Por Guillermo Alamino

Revista Debates

Arboleda pública: un bien común vital y una cualidad de San Juan

La plantación de árboles en San Juan no fue una política pública azarosa o por simple estética, sino que responde a una necesidad humana para poder convivir con el clima árido de la provincia. Sin embrago, la frondosa arboleda poco a poco se está convirtiendo en un recuerdo del pasado, por las constantes determinaciones gubernamentales que permiten los cortes indiscriminados y desprotegen los ejemplares.

En muchos departamentos viene sucediendo una serie de erradicaciones de árboles, que han alarmado a la ciudadanía y cuestionado su mantenimiento. Por ejemplo, en calle Mendoza de Pocito, la avenida Ignacio De La Roza, en la peatonal o en la avenida Argentina de Zonda son algunas de las devastaciones que generaron polémica en los vecinos.

De este modo, días atrás el reclamo de los habitantes de Zonda logró frenar una poda de árboles que ponía en peligro a los especies de la zona, y la Justicia frenó la erradicación de los árboles de calle Tucumán en la peatonal sanjuanina. Esto fue fruto de la participación activa de la ciudadanía, que hizo escuchar su voz y se opuso a esas decisiones carentes de consenso social. Frenar la obsesión del Gobierno provincial o municipal de cortar árboles, eludiendo la intervención ciudadana e incluso trámites establecidos por la normativa de arbolado público, solamente es posible haciendo uso del derecho a la protesta social.

En este sentido, la Asociación para la Conservación y Defensa del Patrimonio Sanjuanino elaboró tres petitorios digitales relacionados a la arboleda pública, vinculados a la calle coll, la peatonal y la poda que se intentó llevar a cabo hace poco en Zonda. Todas fueron firmadas por miles de ciudadanos que demostraron su preocupación y apoyo a la conservación de las especies arbóreas.

Los árboles son imprescindibles para las comunidades de las urbes y áreas de altas temperaturas. El INTA explica que: “El arbolado ejerce efectos positivos sobre las condiciones ambientales urbanas regula las temperaturas extremas, provee sombra y reparo, es refugio de flora y fauna, atenúa y filtra los vientos, reduce la resonancia de los ruidos, infiltra agua y recarga acuíferos, modifica las condiciones de luminosidad y purifica la atmósfera por la captación de partículas de polvo y contaminantes”. Permanecer cerca de un árbol reduce el stress y la presión arterial, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Además, la arboleda pública es una de las características identitarias de la ciudad de San Juan, así como sus veredas anchas y la modernidad de sus edificios.

Los árboles conforman uno de los bienes comunes más importantes y su cuidado o desprotección afectan directamente la vida cotidiana de la población. El Estado es el principal responsable y el pueblo deber ser el contralor, ante las continuas políticas devastadoras de la naturaleza.