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La primera reunión de gobierno será del Plan contra el Hambre

Alberto Fernández anunció en su discurso de asunción que lo primero que hará su gobierno será una reunión de trabajo del Plan Argentina contra el Hambre. El programa, destinado a salir a auxiliar rápidamente a las familias más afectadas por la pobreza, fue diseñado con un criterio que busca dar impulso a la creación de puestos de trabajo en la economía popular. El Presidente, a modo de anticipo, aseguró que “el cooperativismo y la agricultura familiar serán actores centrales en esa política”.

El Plan contra el Hambre viene siendo armado por Daniel Arroyo. Alberto Fernández lo presentó junto a su ministro de Desarrollo Social a principios de octubre, veinte días antes de las elecciones nacionales. Fue un gesto de la centralidad que quiere darle. Luego de ser electo presidente, también casi un mes antes de asumir, lo reafirmó creando anticipadamente el Consejo Federal Argentina contra el Hambre, una mesa en la que sentó a representantes de movimientos sociales, iglesia, organismos de derechos humanos, gremios y dirigentes políticos. Al lanzamiento se sumó Marcelo Tinelli , que eligió ese lugar para hacer su aporte al gobierno de Fernández-Fernández.

En la mesa hubo tantas organizaciones convocadas que en ese primer encuentro el tiempo no alcanzó para que todos alcanzaran a hablar, reflejo de una situación que pinta el nuevo clima de época: nunca como en la asunción de este gobierno hubo tanta militancia nacida de los movimientos sociales dispuesta a participar en la construcción de políticas públicas. Con voluntad de participar desde adentro del Estado. Con el objetivo de que los trabajos que los excluidos del mercado han creado y sostenido para sobrevivir –cooperativas, empresas recuperadas, federaciones de la agricultura familiar, recicladores, grupos de autoconstrucción o mejoramiento de la infraestructura barrial, comercializadoras alternativas, espacios de cuidado– sean reconocidos en su fuerza económica. Es decir, capaces no sólo de dar de comer, o de mantener la vida, sino también de estructurarse como actores, con otras lógicas que las que dominan el mercado.

Esa presencia de las organizaciones en el Consejo Federal del Argentina contra el Hambre tuvo una respuesta en el discurso con el que Fernández trazó lo que quiere que sea su gestión. El Presidente habló de “reorientar las prioridades en nuestra economía y en nuestra estructura productiva”.

Las medidas a implementar

Una de las medidas adelantadas en su discurso fue la creación de un sistema de becas para garantizar el derecho al primer empleo, mediante el que los jóvenes podrán capacitarse en Pymes y cooperativas de la economía social. El Presidente habló además del reconocimiento de derechos a los cooperativistas que hoy cobran el salario social complementario, para que accedan a los beneficios de la seguridad social.

También será creada una tarjeta alimentaria, según adelantó el ministro Arroyo. La tarjeta llegará a dos millones de madres con hijos menores de seis años a cargo, o embarazadas. En sí mismo, el mecanismo no es una novedad, ya que se trata de un recurso probado para que el Estado pueda asignar dinero de manera rápida a los hogares que más lo necesitan en una crisis. Lo que sí es novedoso es que la tarjeta tendrá un posnet para que las beneficiarias puedan comprar productos de cooperativas de trabajo y Pymes. Ahí estará el impulso para la creación de empleo dentro de la economía popular, que encuentra como una de las dificultades para su desarrollo no tener a quién venderle su producción. Otra pata del mismo esquema es el compre estatal, por ejemplo para proveer a los comedores populares.

También serán creados Mercados Alimentarferias itinerantes para que los productos de la canasta alimentaria, con calidad nutricional y buenos precios, lleguen a los barrios. Según explicó días atrás a PáginaI12 Victoria Tolosa Paz, designada por el Presidente al frente del Consejo Federal que implementará el Plan Argentina contra el Hambre, la intención es trabajar con los intendentes y aprovechar que la tecnología hoy permite mapear dónde son utilizadas las tarjetas con posnet para poder mandar mandar refuerzos de alimentos a buenos precios a las zonas de mayor demanda.

La necesidad de pensar las políticas de Desarrollo Social para fortalecer la economía popular es un viejo reclamo de los movimientos populares. Sus integrantes, aunque nacidos de una crisis, han asumido que su condición no es pasajera. Fernández aludió en su discurso de asunción a esta realidad al señalar que los 15 millones de habitantes que la Argentina tiene en riesgo alimentario exigen “reorientar prioridades en la economía y en la estructura productiva”. El Presidente agregó: “No sería sincero si no dijera que los marginados y excluidos de nuestra patria no sólo necesitan que les demos un pedazo de pan: necesitan ser parte y comensales en la misma mesa, en la mesa grande de una nación que tiene que ser nuestra casa común”.

FUENTE

Fuente: Página 12