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Pirotecnia: ¿cómo afecta a los chicos y adultos con trastornos del espectro autista?

Para algunas personas la pirotecnia resulta divertida y emocionante, pero para aquellas con hipersensibilidad sensorial se trata de una experiencia dolorosa. Y es en serio, el ruido y las luces que emiten los fuegos artificiales pueden ser increíblemente abrumadores: aunque el sonido está muy lejos en el cielo, algunos lo escuchan como si explotaran en sus oídos.

El aislamiento es lo opuesto a la inclusión

El aislamiento es exactamente a lo que se ven obligados, particularmente, los niños con trastorno del espectro autista, donde entre el 80 y el 100% de ellos experimentan crisis.

Las causas de estas crisis son las dificultades de procesamiento sensorial, es la manera que tienen sus cerebros de intentar desconectarse de la sobrecarga sensorial y recuperar el control de una situación caótica.

Pero no son los únicos. Las personas con TDAH, síndrome de Down, trastorno de estrés postraumático, parálisis cerebral y varias otras afecciones frecuentemente también experimentan problemas de integración sensorial.

El cerebro es un filtro

El cerebro actúa como una especie de filtro de café, centra la atención en un conjunto de estímulos mientras que deja a otros en un segundo plano; pero cuando hay una disfunción sensorial el cerebro no puede regular todos los estímulos que recibe. Esto es así no solo para la audición, sino que también afecta a la vista, el tacto, el gusto y el olfato.

Aunque en la investigación siempre se pensó a las características sensoriales de las personas con TEA de manera independiente a sus características sociales, la evidencia actual sugiere una relación entre ambas más estrecha de lo que se creía.

Pero hasta que se comprendan bien los mecanismos que subyacen a las diferencias en el procesamiento sensorial, hay formas de ayudar.

Para evitar el estrés auditivo, muchos usan auriculares con cancelación de ruido.

¿Qué podemos hacer nosotros?

Las crisis afectan no solo a las personas que las padecen sino también a su entorno. Los familiares suelen recurrir a distintos mecanismos —audífonos especiales, puertas cerradas o hasta abandono de la casa a algún lugar lejos en donde haya menos ruido— para que, lo que debería ser un momento de festejo, sea menos doloroso.

Evitar los fuegos artificiales hará que muchas personas con hipersensibilidad sensorial vivan estos días con menos nerviosismo y ansiedad.

FUENTE

(Fuente: Filo.news)