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El aumento para privados sería de entre 6 y 9 mil pesos

Alberto Fernández comenzó a transitar un camino que será determinante para alcanzar dos objetivos clave: reactivar el consumo sin recalentar la inflación. Y mientras define el aumento para establecer un piso para las futuras paritarias del sector privado, trata de sortear las presiones de empresarios y de sindicalistas para sellar el acuerdo multisectorial que, confía, será la piedra fundacional para revertir la carrera de los precios. 

En la Casa Rosada repasan los últimos detalles del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que se publicaría esta semana y con el que se oficializará el esquema para otorgar una mejora salarial de entre 6 y 9 mil pesos. El monto final dependerá de la situación de cada sector y será a cuenta de los futuros acuerdos paritarios. 

Según trascendió, uno de los puntos que se trataba de resolver es si estas mejoras quedarían eximidas o no del pago de aportes y de contribuciones patronales. En principio, se prevé que sí se verán alcanzadas por ítems como aguinaldo, indemnizaciones y vacaciones.

El aumento también alcanzará a los empleados de la administración pública, tendría carácter remunerativo y se cobraría con el sueldo de enero.

La estrategia del Gobierno es presentar los aumentos en medio de las negociaciones que ya se iniciaron con empresarios para moderar las expectativas inflacionarias y la actualización por cobertura de las listas de precios. 

El diálogo, que se enmarcó en las gestiones para moderar el retorno del IVA sobre los precios de la canasta básica, tiene como objetivo final sellar un Acuerdo de Precios y de Salarios que incluya a los principales dirigentes empresariales, a la CGT y a otros gremios de peso, y a los movimientos sociales. 

Fernández aspira a que ese pacto se transforme en el ancla para tratar de contener a la inflación al paquete de medidas con las que sacar a la economía de la recesión y recuperar el crecimiento. Esa será su principal carta para negociar con los acreedores nuevos términos para cumplir con los compromisos de deuda y esquivar la amenaza de un inminente default.  

Pero más allá de la buena sintonía que Fernández supo construir con la CGT, en la central obrera se ocuparon ayer de reiterar que la base de su colaboración será que se garantice que los futuros aumentos salariales superarán la carrera de los precios. 

Carlos Acuña, uno de los secretarios generales de la CGT, reclamó un esquema que permita “gradualmente que el salario vaya recuperándose por encima de lo que es la inflación” porque, advirtió, eso será esencial para apuntalar el consumo. Lo dijo luego de recordar que la inflación cerrará el 2019 con un avance superior al 55,6%.

“El tema principal es ver cómo se recupera el poder adquisitivo del salario. Esa es la base principal. Si no lo hacemos con esa mentalidad, no hay forma de salir. ¿Cuál es la forma? ¿La recesión, menos consumo, menos producción, menos puestos de trabajo y cada vez peor todo?”, manifestó. 

Seguido, apuntó contra los empresarios al señalar que son ellos los que deben “entender” que esa es la ecuación necesaria para dejar atrás la crisis. Incluso deslizó que hasta ahora demostraron no comprenderlo porque, denunció, “decidieron adelantar aumentos”.  “Acá, los que tienen que hacer el esfuerzo son los que más tienen”, sentenció Acuña. 

Todo indica que Fernández deberá apelar a su cintura política para moverse entre las crecientes presiones tanto de sindicalistas como de empresarios. En una de sus últimas declaraciones, el Presidente pareció hacer un llamado para moderar esas tensiones, sobre todo, con los representantes del sector privado.  “No es posible que a los empresarios haya que llevarlos a los latigazos”, se quejó.

Dependerá de la capacidad de pago de cada sector

La iniciativa en marcha establece que la suba salarial no se superpondrá con los incrementos pendientes de organizaciones sindicales que hubiesen negociado aumentos para los primeros meses de 2020.

El monto final de la mejora salarial para los trabajadores del sector privado dependerá de las capacidades de cada sector. Se trata de la segunda parte del paquete que tejió el Presidente para apuntalar a trabajadores del sector privado, luego del DNU que establece la doble indemnización para despidos sin causa por los próximos 180 días.

Así lo explicó el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, durante la presentación que realizó en Diputados para defender el megaproyecto de leyes de emergencia que finalmente fue aprobado en el Congreso de la Nación.

“Así como se ha producido en el sistema previsional una dispersión importante, en los salarios ha pasado algo parecido. Hay sectores que han podido seguir bastante de cerca los índices de inflación, otros que han perdido algo; y sectores que perdieron muchísimo en esta economía que hemos tenido estos años”, dijo.

(FUENTE:LOS ANDES)