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Cómo se van a contar los votos en las PASO de este domingo 11 de agosto

A días de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), el Frente de Todos puso un manto de dudas sobre las elecciones de este domingo 11 de agosto, más precisamente sobre el escrutinio provisorio. El precandidato a presidente, Alberto Fernández, expresó su temor a «que el Gobierno busque manipular el escrutinio provisorio», mientras que el oficialismo acusa de «irresponsable» al pedido de apartamiento de la empresa Smartmatic.

El conflicto tomó mayor dimensión luego de la última prueba del 20 de julio que dejó disconformes a los veedores de la oposición. Es que, para esta elección, se decidió incorporar tecnología para agilizar el recuento provisorio y la solución que dispusieron fue convertir a cada una de las escuelas en un centro de transmisión de datos.

De esta manera, los telegramas con los que se hace el recuento provisorio (es decir, los resultados que se publican la noche de la elección) se transmitirán por primera vez desde un scanner, por la red de celular, en el 70% de los centros de votación, que son los que cuentan con cobertura de red, explicó en un informe el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).

Este nuevo sistema es muy cuestionado por la oposición que pidió a la Justicia Electoral que «se deje sin efecto la aplicación del proceso de digitalización de los telegramas». El Equipo de Investigación de PERFIL accedió al informe elaborado por un grupo de expertos informáticos, y publicado por la Fundación Vía Libre, quienes aseguran que «los componentes del programa (que se utiliza para la conversión de formato de los telegramas transmitidos desde las escuelas), tienen al menos 46 vulnerabilidades y pueden ser potencialmente explotadas para dañar la integridad del proceso de escrutinio provisorio».

Por otro lado, sobre el 30% restante de los centros de votación sin red de celular, el procedimiento de transmisión del telegrama no tendrá mayores modificaciones y seguirá igual que antes. Como sucedió históricamente, los telegramas serán transportados por el Correo Argentino a las Sucursales Electorales Digitalizadas (antes llamados Centros de Transferencia de Datos), que fueron creciendo en cantidad con el correr del tiempo: en 2013 eran 83; en 2015, 216; en 2017, 414; y este año se usarán 1130.

En ese sentido, cuando el voto sale del centro de votación, se dan dos procesos: el recuento provisorio (a partir de los telegramas), sin validez legal y a cargo de la Dirección Nacional Electoral, que depende del Ministerio del Interior, y el escrutinio definitivo (sobre la base de las actas), que lo hace la Justicia Nacional Electoral (en las PASO está a cargo de los jueces federales). Así es que los dos procesos empiezan en la mesa de votación pero luego se bifurcan.

Antes de esa división, una vez que termina la votación, el presidente de cada mesa abre la urna, saca los sobres, los abre y verifica su contenido, saca las boletas con los votos, califica y cuenta cada voto en presencia de los fiscales de los partidos. A continuación, vuelca los resultados de ese conteo en el acta de escrutinio y los transcribe en dos tipos de documentos: el telegrama y los certificados de escrutinio para los fiscales.

Luego, el presidente de mesa le entrega la urna, el sobre de actas, y el telegrama a un empleado del Correo Argentino que recolecta y transmite los telegramas desde el centro de votación o los transporta, digitaliza y transmite desde las ahora llamadas Sucursales Electorales Digitalizadas. Además, una empresa, que este año será Smartmatic, carga, suma y difunde los datos de los telegramas.

En las últimas elecciones legislativas de 2017, en los primeros datos de las PASO en la provincia de Buenos Aires, la lista de Cambiemos aventajaba a la de Unidad Ciudadana por seis puntos porcentuales. Sin embargo, con el transcurso de las horas esa diferencia se redujo y al día siguiente el conteo provisorio terminó con un empate técnico. Finalmente, cuando la justicia contó todas las urnas, Cristina Kirchner resultó la precandidata más votada con una diferencia de 20 mil votos sobre 9,5 millones de bonaerenses que fueron a votar. Por primera vez el resultado definitivo de una elección nacional resultó distinto a la tendencia marcada por el recuento provisorio, lo que generó un pedido de cambio y mayor rapidez para ese escrutinio provisorio.

La tardanza en transportar los telegramas desde los centros de votación hasta los centros del Correo (donde se digitalizaban y transmitían los telegramas) es uno de los factores que demoraron recuentos provisorios pasados, por eso el Gobierno tomó la decisión de transmitir directamente desde las escuelas el telegrama digitalizado para agilizar el recuento. Un estudio de CIPPEC muestra que la cantidad de listas que compiten y el nivel educativo de cada zona también explican en parte esa demora. 

Más allá de los cuestionamientos, vale aclarar que el escrutinio provisorio cumple una función informativa, sólo el escrutinio definitivo tiene valor legal. “Es inusual que se hable del escrutinio definitivo porque generalmente los datos provisorios muestran tendencias irreversibles, pero los candidatos electos se proclaman a partir del resultado del escrutinio definitivo, a cargo de la Justicia Nacional Electoral de cada distrito”, explica María Page, investigadora asociada del programa de Instituciones Políticas de CIPPEC.

El escrutinio definitivo comienza 48 horas después de que termina la votación. A diferencia del conteo provisorio, que nunca llega a cubrir todas las mesas, el escrutinio definitivo se realiza en todas las mesas y se hace con las actas de escrutinio que cada presidente de mesa confeccionó el día de la elección.

(Fuente: Perfil)